domingo, 5 de octubre de 2025

Lolo.

ESTAMPA CAUDETANA.

LOLO.

Ayer fue uno de esos días cargados de memorándums, dedicados, por lo tanto a poner sobre la mesa o atraer a la presencia de los seres humanos, hechos y acontecimientos, a realidades para que no pasen desapercibidos y nos muevan a esforzarnos por potenciarlos tratando de erradicar aquello que no sea laudable. 

Si, ayer fue un día en el que celebrábamos el Día mundial de los trasplantes de órganos, el Día mundial del agua, junto a otros muchos y, también, el Día mundial de los animales. Éstas celebraciones, y otras, en días determinados, no pretende otra cosa que salvaguardar los derechos de los seres vivos y hacer posible su existencia, además de otras instancias, luchando a abrazo partido contra la extinción de las especies o el buen uso o desarrollo de otros asuntos sobre los que se nos llama la atención. 

No sé las razones que han movido a los distintos organismos o sociedades a impulsar estos días aunque, es fácil colegir en intenciones eminentemente loables, como esa que he dejado escrita ahí arriba acerca del cuidado que debemos tener para con todo ser vivo y de modo especialísimo, por el ser, por excelencia, por aquel en el que pensó Dios de manera especial, y, al pensar en él, lo amó con su AMOR DIVINO y, claro, lo creó, por el ser humano, el racional, que, a veces, se porta mucho peor que los animales irracionales. La prueba está en esos conflictos que, de cuando en cuando, en la actualidad asistimos a varios muy virulentos, emergen asolando grandes extensiones del planeta al tiempo que hacen desaparecer a gran cantidad de seres vivos, como son las guerras o, por qué no decirlo,  las pruebas a  que son sometidas grandes cantidades de seres humanos  en procesos de experimentación.

Pienso que la jornada en defensa de los animales, como la del agua o como, en la de los trasplantes de órganos,  tienen como fin el hacer viable la vida, se  han puesto bajo los auspicios de el gran santo de Asís, San Francisco, el amigo, el hermano de todo cuanto salió de las manos de Dios porque así se identificaba con ello, como hermano, y, así, llamaba al sol hermano, a la luna, hermana, a la tierra, hermana, al agua hermana, al lobo hermano y a todo lo que existe sometido a la contingencia, incluida  la misma muerte, que nos abre, como se abre un capullo de una preciosa flor, a la vida plena, la llama hermana muerte, en su "Canto a las Criaturas".

Quizá por eso, Francisco Cantos Albertos, conocido como "el nieto de Bienvenido y, también, como Molinero, me mandó ayer, DÍA MUNDIAL DE ATENCIÓN A LOS ANIMALES, la ESTAMPA que abre mis letricas de hoy: 

"su perro LOLO, ya fallecido, durmiendo en el molino con un gatito encima de su lomo".

 ¡Qué ejemplo de convivencia y buen trato nos da esa imagen de dos animales que, generalmente están a la gresca y, no obstante  comparten, en armonía envidiable, momentos que los hacen felices y nos hacen pensar que las rencillas no conducen a nada, salvo a la soledad. Y al aislamiento y, eso, nada bueno trae consigo. Ya nos apercibía de ello el Eclesiadtés (4,10) cuando apercibía al judío y, por ende, a todo ser humano:

"¡Ay del solo! porque si tropezare y cayere, nadie le podrá echar una mano..."

La Palabra Revelada nos está llamando la atención acerca de que la vida, en general, y las dificultades, en particular, se afrontan mejor en compañía que en soledad.

Mi madre, que gloria tiene, traduciendo esa cita bíblica tenía una "muletilla" que nos repetía a sus hijos mientras íbamos creciendo:

"La compañía, Dios la amó"

Y, después de tanto tiempo y avatar familiar puedo decir que ¡Caló! en sus hijos.

¡Qué ejemplo más elocuente nos dió LOLO mientras vivió y nos recuerda la fotografía, tan tierna, donde aparece el extinto y un gatito durmiendo en su lomo, que me hizo llegar ayer Paco, el Molinero o, como quieras, el Nieto de Bienvenido!

Recibe mi saludo, mis


¡¡!BUENOS DÍAS!!!

5.10.2025.Domingo. (C.2.361).

P. Alfonso Herrera. Carmelita.

1 comentario: