ESTAMPA CAUDETANA. La Hoguera de San Blas

ESTAMPA CAUDETANA
LA HOGUERA DE SAN BLAS.

Ya se venía anunciando. Por la hoguera en honor de SAN BLAS, queda prohibida la circulación de vehículos por la zona.
Ya alumbra. Se agradece, porque a las nueve de la noche hace mucho frío. La Sierra de la Oliva, llamada aquí de Santa Bárbara (y no al revés, como yo creía) porque en todo lo alto de ella existe una ermita dedicada a esa SANTA, se había vestido de blanco con la nevada de ayer por la mañana y el aire al pasar por encima de ella se convertía en «un fresco» que se hacía notar.  Hoy Protección Civil no apareció por LA PUERTA DE LA VILLA, como hiciera  por SAN ANTÓN, para impedir que pegaran fuego a la hoguera en mitad, en el mismo centro de la Avenida de La Virgen de Gracia. Y surgieron las llamas. Lo iluminaron todo. Se agradeció el calorcico que desprendía la hoguera. Se consumía una pira formada con ramas. Era leña seca. No desprendía humo. Una lengua de fuego se levantaba en vertical hasta la altura de los balcones. Diríase que el aire, en lugar de soplar, contemplaba la escena. No corría ni pizca.  Multitud de palets, mientras estaban a la espera de alimentar el fuego, se prestaban gentilmente para que los asistentes a la quema encontraran asiento en ellos. No lejos, también otro montón de ramas secas de árboles se encontraban amontonadas a la espera de que sus congéneres fueran totalmente inmoladas, consumidas, por las llamas en holocausto.
La gente, los asistentes celebraban el hecho porque el fuero era símbolo de purificación, de la desaparición, volatilizado, de todo acontecimiento malo y luctuoso que hubiera tenido lugar durante el año anterior.
El rito del fuego, que tanta raigambre tiene por estas tierras hasta la mar en El Levante, me recuerda a aquel hecho que se producía en el A.T. cuando el pueblo hebreo descargaba todos los pecados, todo el mal, en un carnero y le ofrecían a Dios como sacrificio expiatorio o le abandonaban a su suerte en las ardientes arenas del desierto del Sinaí.

No lo pasaban mal los asistentes. Antes de echar a arder la fogata, el fraile carmelita Antonio Graciá Albero, que es hijo del pueblo, flanqueado por la guapísima y jovencísima presidenta de LA COFRADÍA DE SAN BLAS, DOÑA MERCEDES CONEJERO ROMERO y por DIEGO, el sacristán, provisto de acetre y un manojo de romero que hacía de hisopo, había bendecido a los roscos del SANTO, DE SAN BLAS y a los que asistíamos al acto, con bendición especial para una joven señora que está gestando. Concluida la bendición los cofrades ofrecieron trozos de los roscos con matalaúva, que le da ese toque anisado, bendecidos a los devotos asistentes. Luego siguió el reparto (¿venta?) de los roscos del SANTO y de papeletas para la rifa de una bicicleta, como premio primero, y de un cerdo, como segundo. Yo colaboré comprando cinco papeletas y regresé al CONVENTO DE SAN JOSÉ con cuatro roscos que nos habían regalado. Cuando volvía para casa seguía haciendo frío, más por la sensación que por los grados, pues  el termómetro de la farmacia de la PLAZA DEL CARMEN tenía puestos 4° sobre el cero.
La fiesta de SAN BLAS comenzó pronto, no se había puesto el sol la charretera de los días de fiesta con sus atributos, y ya estaba LA COFRADÍA DE SAN BLAS despertando del sueño al personal con el estallido de cohete tras cohete. Y a lo largo del día, .machaconamente, nos han venido recordando que es la FIESTA DEL COOPATRÓN. El último acabo de oírle hace un ratito, a las 02,00 horas (dos cohetes. Esta noche no duermen, seguro) del día 4 en que seguirá LA FIESTA con reparto de rollos a las 09,30. MISA SOLEMNE DEL SANTO a las12,00 horas. GRANDES CUCAÑAS A LAS16,30 horas.
Y se concluirán las fiestas en honor del COOPATRÓN DEL PUEBLO, SAN BLAS, con el traslado de la imagen del SANTO al Santuario una vez concluida la Misa de las 12,00 horas del domingo siguiente, día 11 de los corrientes.

Contento se escaquea un momento para llegarse hasta ti, mi saludo, mis

                ¡¡¡¡¡¡BUENOS DÍAS!!!!!!
4.2.2018 Domingo. P. Alfonso Herrera. O. C.