viernes, 28 de junio de 2019

Manís de San Antonio Abad


ESTAMPA CAUDETANA (DE OTROS TIEMPOS).
MANÍS DE SAN ANTONIO ABAD.
    Estoy completamente seguro de que, Maruja, al contemplar en Manís de San Antonio Abad habrá saltado de gozo porque, bajo ese manís, es donde su madre, su hermana y ella misma, levantaban el altarcico dónde hacía alto la procesión con el Santísimo que había salido poco antes por la cancela de la puerta de la iglesia del CONVENTO DE SAN JOSÉ (EL CARMEN) y que procesionaba el domingo siguiente al jueves del Corpus Christi.
Ese manís, con la figura del santo cenobita del desierto, ya no existe en la fachada de la casa de la calle del Arco, que luego recibiría el nombre del Santo. Aquella casa, en cuya fachada se encontraba el Manís de SAN ANTONIO, fue comprada y hundida para, en su lugar, levantar la casa actual que conocemos y que lleva el número 16. Trató de sacarle entero pero algunos azulejos se le rompieron y fueron pegados con paciencia. El dueño, Alberto, conocido como «El Muñequero», no lo volvió a pegar en la fachada de la casa nueva. Optó  por llevárselo al campo y lo pego en su casa extramuros.  Que se sepa, ese manís ya no existe ni siquiera en aquella casa que fue vendida a unos ingleses que sólo aparecían por ella exporádicamente.
Los amigos de lo ajeno, indios, no sé si del lugar o de lugares cercanos u otros que fueran de un lado a otro,  plantaron sus tipis en la propiedad y la esquilmaron hasta dejarla solo con las paredes desnudas. También se llevaron, para venderlo por ahí, el manís que había puesto en la fachada de la casa de campo, tal y como lo ves en la foto de abajo, en que aparece Alberto con sus perros, delante de él.
¡Qué contrariedad! El joven Antonio, hijo de familia bien, oyó en una ocasión aquel texto evangélico en el que Jesús pide a un joven e ilusionado seguidor: «que vuelva a su casa y venda todo lo que tiene y que lo que obtuviera por la venta, lo entregara a los pobres y que luego, libre de toda carga, le siguiera». El evangelio nos dice que aquel joven se volvió a su casa cabizbajo porque era muy rico y Jesús, con tristeza, le vio marcharse (Marcos 10, 17-30). En el caso de Antonio no ocurrió así. Antonio, cuando quedó huérfano a la edad de 24 años. Tras solucionar el futuro de su hermana, repartió toda la herencia que le habían dejado sus ricos padres y se marchó al desierto para servir sola y exclusivamente a Dios.
¡Qué chusco! Cuando se corrieron las voces de que el bueno de Antón se había marchado de la ciudad al desierto, acudieron a unírsele un montón de jóvenes y con ellos echó a andar el cenobio. Mientras que con el Antonio del manís, imagen de aquel, que convocaba desde la fachada de una casa de campo, no ocurrió lo mismo.  Llegaron, sí, gentes ignotas, pero, en lugar de fundar un convento en el campo de los «guiris», lo que hicieron fue «limpiarle»  todo aquello de lo que podrían obtener algún dinero contante y sonante y, entre ello, despegaron con cuidado el manís del Santo ANTONIO ABAD y..., Se llevaron, también, al pobrecico ANTONIO y...
«si te he visto no me acuerdo».
«La culpa la tuve yo», me decía, con mal sabor de boca, la viuda de Alberto, Fina, la hija del Pollo. Si yo hubiera insistido más...».

Desde el CONVENTO DE SAN JOSÉ (EL CARMEN) de Caudete sale pintando para llegarse a ti, mi saludo, mis

          ¡¡¡¡¡¡BUENOS DÍAS!!!!!!
28.6.2019. Viernes. HOY ES LA SOLEMNIDAD DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS.
P. Alfonso Herrera, O. Carmelitana.

2 comentarios:

  1. Acabo de leer su relato de hoy y cierto que en la casa donde yo vivo desde que me casé con mi marido Alberto (el muñequero ) Antes de derribarla y construir la actual estaba el manís de San Antonio Abad al no poder ponerlo en la fachada nueva Alberto se lo llevó a la casa de campo y allí lo puso aunque yo prefería que lo hubiera puesto en el patio de esta casa. Fué una lastima que al vender el campo se quedara allí y así se perdió . Debía de ser muy antiguo . Y así quedo allí como está en la foto en la que está Alberto con los dos perros que teníamos. Le doy las gracias por relatarlo tan bien. Que tenga un buen día P. Alfonso

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  2. Muy buenos días, P.Alfonso , lo que nos cuenta para mí es desconocido, no recuerdo ese manís en la casa de Fina, siempre es bonito saber cosas de nuestro pueblo, y muy admirables cuando nos las cuenta alguien que está entre nosotros tampoco tiempo. Hoy día del Sagrado Corazón de Jesús le comunico que el manís que hay en la calle el Moto ayer ya estaba preparado para dicha Solemnidad. Que tenga un buen día.

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