miércoles, 10 de julio de 2019

Tercer día de Novena en Honor de la Señora


ESTAMPA CAUDETANA
TERCER DÍA DE NOVENA EN HONOR DE LA SEÑORA DEL LUGAR DEL CONVENTO DE SAN JOSÉ, LA VIRGEN MARIA DEL MONTE CARMELO.
    Imagen de la Virgen del Carmen que en 1917 se rifó por parte de la Tercera Orden Carmelita de Caudete para allegar fondos con los que sufragar los gastos de los fastos en honor de la Virgen del Carmen de aquel año. Le tocó a Rosario Sánchez Marco, una miembro de aquella TOC. La imagencita  siempre estuvo ocupando lugar de privilegio en su casa, salvo aquel período de vigencia de una ley inicua que mandaba destruír todo motivo o símbolo religioso y la prohibición de todo culto religioso-litúrgico (tres años), en que permaneció oculta bajo pajas en el pajar. Hoy sigue ocupando el lugar que ocupara en preguerra. Si bien, quien vive en aquella casa, es el nieto al que se le conoce como «El Nieto de Bienvenido», por cuya gentileza te la presento.

Hoy el P. Predicador retomó el tema de ayer. Y es que es imposible encerrar la riqueza de ideas que surgen, como por ensalmo, del texto lucano de la ANUNCIACIÓN.
Si ayer centraba su atención en el abandono de LA VIRGEN en las manos de Dios, que son seguridad plena, hoy se fijaba en el hecho. Y éste no es otra cosa que un ENCUENTRO, el acontecido entre Dios, por medio de Gabriel, el arcángel y la joven nazaretana, María, la hija de Joaquín y Ana. La muchacha comprometida ya en matrimonio con el joven carpintero de la aldea, de nombre José.
Todo encuentro, decía el orador sagrado, entraña un cambio significativo que acarrea unas consecuencias. Ponía un ejemplo: el encuentro de aquellos jóvenes que hoy sois matrimonio podéis hablar mucho de ello. Y si aquel encuentro hubiera tenido lugar con otras personas, los resultados habrían sido otros.
De ahí, resaltaba el predicador, el cambio que experimentó la muchacha de Nazaret y ese cambio siempre estuvo amparado por una fe impertérrita «a prueba de bombas».
En aquel encuentro, después de decirla que era objeto de la predilección de Dios (la Llena de Gracia), se la hace saber que será la Madre de un Hijo, que lo es de Dios, que será lo más de lo más. Y ahí está ELLA ante lo que se le viene encima:
- Cómo se lo va a decir a su amiga Julia.
- Cómo se lo va a decir a sus padres, Joaquín y Ana
- Cómo se lo va a decir a José.
Sí, se le anunció que sería la Madre de un Hijo lo sería del Altísimo, que liberaría a su pueblo de los pecados, que heredaría el reino de David, su padre y, sin embargo, va a ver cómo es rechazado, insultado, proscrito, perseguido y ELLA, a pesar de las circunstancias así le vió, como le fue anunciado y cuando le ve objeto de un fracaso total y cruentísimo, subido y clavado en una cruz, ELLA sigue firme en el amparo que le otorga la Palabra que se le dijo de parte de Dios y, aún en ese estado, le ve Grande, el más Grande.
De admirar es ese temple, esa firmeza que choca contra toda evidencia, contra las circunstancias que chocan frontalmente contra lo que parece un contrasentido, porque la realidad a la que asiste, inmersa en un mar de dolor, es inapelable. Pero ELLA cree firmemente. La fe surgida de aquel encuentro y depositada en QUIEN se le hizo el encontradizo la ha llenado de tal manera que nada, absolutamente nada, la hace titubear.
La conclusión se veía venir. El predicador, en un tono bajo, muy bajo, que se arrastraba susurrante por el micro hasta los altavoces, nos pedía a los devotos que estuviéramos atentos a los encuentros porque todos ellos llevan consigo cambios y consecuencias que debemos afrontar con la firmeza y decisión como lo hizo ELLA, la sencilla y humilde Virgencita nazaretana que, por su fe, llegó a ser Madre de Dios.

Cuando la exposición del tema iba caminando hacia su fin nos habló de la imagen que el imaginero que fue contratado para esculpir la imagen de la Virgen, que habría de ocupar el lugar preferente en la nueva catedral de la nueva ciudad llamada a ser la capital de Brasil.
Cuando se abrieron las puertas del templo para que entraran las autoridades religiosas y civiles para proceder a la consagración del altar y del templo descubrieron con asombro que el lugar destinado para la imagen de la Virgen se encontraba vacío. Preguntado el escultor respondió:
«sí que la esculpí y está hoy aquí, fíjense en la primera fila de bancos y la verán. La imaginé y la esculpí como yo concibo a la Virgen Madre de Dios, entre nosotros, como una de nosotros, tirando de nosotros, siendo ejemplo para nosotros, al frente, EN EL PRIMER BANCO.
Si Uds. tienen otra idea de la MADRE DE DIOS, encarguen que se la esculpa otro colega.

Me gustó lo que él dijo que podría ser «una historia de  ciudad» porque, a mi modo de ver, esa historia, real o no, es de una fuerza impactante.

Ahí te mando mi saludo, mis

        ¡¡¡¡¡¡BUENOS DÍAS!!!!!!
10.7.2019 Miércoles. P. Alfonso Herrera, Orden Carmelitana.
                                                 La Anunciación (gentileza de Margarita)

2 comentarios:

  1. Muy buenos días, P.Alfonso , la imagen que hoy nos presenta de la Virgen del Carmen , que bien cuidada está , a pesar de los años que tiene y los avatares que pasó entre la paja , se nota que estaba y está en buenas manos, le deseo que tenga un buen día.

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  2. Buenos días P Alfonso,,que foto mas bonita cuando se presenta el Angel delante de la Virgen para anuciarle que ella va aser la madre del Mesias el que salvara el mundo ,,buen relato el de hoy de la Virgen del Carmen,,feliz dia

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