viernes, 16 de agosto de 2019

La Virgen de la Cama


ESTAMPA CAUDETANA.
LA VIRGEN DE LA CAMA.
  Ayer, Solemnidad de la Asunción de la Virgen María a los cielos en cuerpo y alma, se celebraba en este pueblo y Villa de Caudete una procesión entrañable que consistía en sacar por las calles del pueblo la imagen yacente de la Madre del Salvador representando el misterio de la dormición de la Virgen y su Asunción al ámbito Trinitario donde era coronada como Reina y Señora de la creación.
Me cuentan, me cuenta Paco, el nieto de bienvenido, Paquito el Molinero, que él no llego a conocerla puesto que nació el año 1962 pero tenía oído en casa a sus padres a sus abuelos el relato de la misma  no supo decirme cuándo dejó de llevarse efecto está manifestación religiosa popular  en honor de la Madre del Hijo de Dios que sube a los cielos para ir a encontrarse con su Hijo. Me apunta que, posiblemente, se debió a que se rompió la cama o, en su caso, a la reestructuración litúrgica que se llevó a cabo después de concluido el Concilio Vaticano II. Pienso que es más plausible la segunda hipótesis porque la primera tiene fácil solución mientras que la segunda es mandato de Roma y ya es más problemático ir contra los planteamientos  y las órdenes emanadas de Roma pues, como afirma el dicho: "Roma locuta, causa finita".  Lo cierto es que la imagen de la Virgen de la Cama, fue depositada en el local destinado a trastos y que, antiguamente, fue destinado a capilla funeraria donde se depositaban los restos mortales de los sacerdotes encargados de la pastoral parroquial de Santa Catalina y que era comúnmente conocido como "el carnero" nunca mejor dicho, pues era allí donde se daba sepultura a los restos (la carne, de ahí el nombre) de los ministros que habían servido a sus hermanos en los cargos de la Pastoral parroquial.
El tiempo trae cambios y el local "El Carnero" se convirtió primero en trastero y luego hubo que hacer obras para las máquinas de calefacción que creo que no llegó a funcionar, y la imagen de la Virgen de la Cama, cuya fiesta es el día de la Asunción, fue trasladada a la ermita de Santa Ana.
Por la fiesta de Santa Ana del año pasado subí hasta la ermita, en lo alto del pueblo, para celebrar la Eucaristía en honor de la Santa madre de la Virgen, y allí, a la derecha de la nave, contemplé por primera vez la imagen de la Virgen de la Cama, una imagen, por lo que me dicen, antiquísima que fue salvada de la quema generalizada acontecida aquel luctuoso 22 de julio de 1936. Parece ser que un párroco, viendo el abandono en que había quedado la imagen en "El Carnero", decidió enviarla a este lugar de culto dedicado a la madre de la Virgen, Santa Ana, y, allí, ha permanecido hasta el día de hoy.
Esta mañana en respuesta a mis buenos días el bueno de Paco, el nieto de Bienvenido o Paquito el Molinero, me  mandó la imagen de la Virgen de la Cama, pero, no en la nave de la ermita de Santa Ana, sino en la imponente nave central y delante del altar mayor de la basílica de la Purísima del cercano pueblo murciano de Yecla. Ahí la ves. Hecho que me ha sorprendido grandemente puesto que no tenía ni la más mínima información del traslado de la imagen para que presidiera los cultos litúrgicos  de Yecla.
Consultado el párroco, me dice que alguien le llamó de parte del párroco de una iglesia de Yecla para que les fuera cedida temporalmente  con el fin de que presidiera los cultos de la Asunción de Ntra. Señora. Dió su consentimiento y testimonio del hecho son esas fotos que me han sido remitidas por el Presidente de la Asociación cultural Amigos de la Historia Caudetana, Don Antonio Conejero Rodríguez.

Recibe mi saludo, mis

          ¡¡¡¡¡¡BUENOS DÍAS!!!!!!
16.8.2019. VIERNES. P. Alfonso Herrera, de la Orden Carmelitana.


ASÍ MURIÓ LA VIRGEN MARÍA
“La Madre de Dios no murió de enfermedad, porque ella por no tener pecado original no tenía que recibir el castigo de la enfermedad. Ella no murió de ancianidad, porque no tenía por qué envejecer, ya que a ella no le llegaba el castigo del pecado de los primeros padres: envejecer y acabarse por debilidad. Ella murió de amor. Era tanto el deseo de irse al cielo donde estaba su Hijo, que este amor la hizo morir.
Unos catorce años después de la muerte de Jesús, cuando ya había empleado todo su tiempo en enseñar la religión del Salvador a pequeños y grandes, cuando había consolado tantas personas tristes y había ayudado a tantos enfermos y moribundos, hizo saber a los Apóstoles que ya se aproximaba la fecha de partir de este mundo para la eternidad.
Los Apóstoles la amaban como a la más bondadosa de todas las madres y se apresuraron a viajar para recibir de sus maternales labios sus últimos consejos, y de sus sacrosantas manos su última bendición.
Fueron llegando, y con lágrimas copiosas, y de rodillas, besaron esas manos santas que tantas veces los habían bendecido. Para cada uno de ellos tuvo la excelsa Señora palabras de consuelo y de esperanza. Y luego, como quien se duerme en el más plácido de los sueños, fue Ella cerrando santamente sus ojos; y su alma, mil veces bendita, partió a la eternidad.
La noticia cundió por toda la ciudad, y no hubo un cristiano que no viniera a llorar junto a su cuerpo , como por la muerte de la propia madre. Su entierro más parecía una procesión de Pascua que un funeral. Todos cantaban el Aleluya con la más firme esperanza de que ahora tenían una poderosísima Protectora en el cielo, para interceder por cada uno de los discípulos de Jesús.
En el aire se sentían suavísimos pero fuertes aromas, y parecía escuchar cada uno, armonías de músicas muy suaves. Pero, Tomás Apóstol, no había alcanzado a llegar a tiempo. Cuando arribó ya habían vuelto de sepultar a la Santísima Madre.
Pedro, – dijo Tomás- No me puedes negar el gran favor de poder ir a la tumba de mi madre amabilísima y darle un último beso a esas manos santas que tantas veces me bendijeron. Y Pedro aceptó.
Se fueron todos hacia el Santo Sepulcro, y cuando ya estaban cerca empezaron a sentir de nuevo suavísimos aromas en el ambiente y armoniosas músicas en el aire.
Abrieron el sepulcro y en vez de ver el cuerpo de la Vírgen encontraron solamente…una gran cantidad de flores muy hermosas. Jesucristo había venido, había resucitado a Su Madre Santísima y la había llevado al cielo.
Esto es lo que llamamos La Asunción de la Vírgen Marïa.
Y quien de nosotros, si tuviera los poderes del Hijo de Dios, no hubiera hecho lo mismo con su propia Madre?”.
- San Juan Damasceno, doctor de la Iglesia.


Además, la Asociación El Palo comenzó a situarle en la torre de la parroquia de Santa Catalina para que sea anuncio y apercibimiento de que las fiestas patronales están a la vuelta de la esquina (ya te hablé de ello el año pasado). Cada domingo le subirán un poco hasta el día 3/9 en que quedará enhiesto y en él, izada de la bandera.

3 comentarios:

  1. Gracias por todas las explicaciones sobre la solemnidad de ayer,y la historia de la imagen de la Virgen.
    Gracias por traer a casa la tradición del palo.Desde aquí se escuchaban los cohetes.
    Un precioso viernes para ti, Padre.

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  2. Precioso su relato de hoy de como murió la Virgen y como fué su Ascensión al cielo . Y bonitas las imágenes de la Virgen de la cama de Yecla .nunca habia oído nada sobre ella. Lo que si recuerdo es de haber visto en alguna ocasión la imagen de aquí en el carnero de la Iglesia de Santa Catalina . Que tenga un buen día P. Alfonso

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