ESTAMPA CAUDETANA.
EL TRIDUO
EL TRIDUO
Ya lo venían preparando los cofrades de la VIRGEN del ROSARIO estos días de
atrás con sus reuniones en los salones parroquiales de Santa Catalina.
Habían mandado imprimir y plastificar la estampa con la efigie de la Virgen del Rosario que se venera en la parroquia de Santa Catalina. Las destinadas para este primer día fueron escasas y fieles hubo que, concluída la misa, entraron en la sacristía para hacerse con alguna. Muy posiblemente se verán los cofrades en la necesidad de solicitar más a la imprenta de la calle San Vicente que es la que les ha provisto de trescientas.
El primer día del triduo estuvo animado por Miguel Ángel y Amparo Sivó con sus guitarras y, segùn el cartel anunciador, es de esperar, que lo harán los días siguientes.
Desde fuera de la parroquia, llena de bote en bote ayer por la tarde, se colaba en la asamblea Eucarística, el murmullo del gentío que pululaba de un lado a otro por la Plaza de La Iglesia y por el abigarrado entramado de calles de la parte Antigua de la Real Villa. Claro que donde más animada estaba la jornada medieval era en la Plaza de La Iglesia de donde ya había desaparecido el castillo donde se habían venido desarrollando las Embajadas que pusieron en escena las páginas de la historia de la Real Villa que nos traen noticia de los hechos que vinieron de la mano de los moros en su conquista y de los cristianos en su reconquista y que, al quedar tan atrás en el tiempo, se intuyen bajo una espesa niebla. Toda la Plaza, ya diáfana, había sido ocupada por puestos donde se ofrecía de todo, a la gran cantidad de pueblo que se había dado cita en ella.
Me hubiera gustado mucho llevarte el olor que salía de los asaderos donde, a veces, se incendiaban las gotas de grasa que se escurrían de los costillares o de los perniles de cerdo que, sin estar en la playa, estaban cogiendo un colorcito que gritaba a todo pulmón, ¡cómeme!, ¡cómeme! Y, debido a ello, se agolpaba gran cantidad de gente delante del puesto. No cabe duda, la gente no solo se retrotrae hasta los oscuros tiempos medievales, sino que se hunde mucho más en aquel tiempo del que no nos han llegado papeles escritos porque, ni de papel ni de lápiz, disponían todavía porque era pura y limpia prehistoria.
Habían mandado imprimir y plastificar la estampa con la efigie de la Virgen del Rosario que se venera en la parroquia de Santa Catalina. Las destinadas para este primer día fueron escasas y fieles hubo que, concluída la misa, entraron en la sacristía para hacerse con alguna. Muy posiblemente se verán los cofrades en la necesidad de solicitar más a la imprenta de la calle San Vicente que es la que les ha provisto de trescientas.
El primer día del triduo estuvo animado por Miguel Ángel y Amparo Sivó con sus guitarras y, segùn el cartel anunciador, es de esperar, que lo harán los días siguientes.
Desde fuera de la parroquia, llena de bote en bote ayer por la tarde, se colaba en la asamblea Eucarística, el murmullo del gentío que pululaba de un lado a otro por la Plaza de La Iglesia y por el abigarrado entramado de calles de la parte Antigua de la Real Villa. Claro que donde más animada estaba la jornada medieval era en la Plaza de La Iglesia de donde ya había desaparecido el castillo donde se habían venido desarrollando las Embajadas que pusieron en escena las páginas de la historia de la Real Villa que nos traen noticia de los hechos que vinieron de la mano de los moros en su conquista y de los cristianos en su reconquista y que, al quedar tan atrás en el tiempo, se intuyen bajo una espesa niebla. Toda la Plaza, ya diáfana, había sido ocupada por puestos donde se ofrecía de todo, a la gran cantidad de pueblo que se había dado cita en ella.
Me hubiera gustado mucho llevarte el olor que salía de los asaderos donde, a veces, se incendiaban las gotas de grasa que se escurrían de los costillares o de los perniles de cerdo que, sin estar en la playa, estaban cogiendo un colorcito que gritaba a todo pulmón, ¡cómeme!, ¡cómeme! Y, debido a ello, se agolpaba gran cantidad de gente delante del puesto. No cabe duda, la gente no solo se retrotrae hasta los oscuros tiempos medievales, sino que se hunde mucho más en aquel tiempo del que no nos han llegado papeles escritos porque, ni de papel ni de lápiz, disponían todavía porque era pura y limpia prehistoria.
En el ángulo, a la izquierda de los arcos de la Lonja, según entras en la
Plaza, se había situado "Di Mauro" vistiendo su local con la
propaganda muniquesa de su gran Kermés de octubre.
La Paulaner Bier, estrella de las fiestas alemanas importada hasta aquí por Di
Mauro, llenaba las celebérrimas jarras de a litro.
Eché de menos los codillos de cerdo guisados al estilo bábaro, único
según mi experiencia cercana en aquellas fiestas de octubre. Tampoco vi que se
sirvieran cabayas al horno y, para mí la estrellita de las fiestas, tampoco la
vi. Allí, en München, antes de ingerir el litro de cerveza de aquellas jarras,
se tomaba una copita de Korn, el Korn es un aguardiente que hace que la cerveza
no haga daño. También eché de menos las alegres melodías del vecino Tirol que
cantan mientras se mueven, pausadamente, los "empapados" bábaros.
Tengo que manifestar que el verdadero espíritu del OCTOBERFEST MUNIQUÉS EN
NUESTRAS JORNADAS MEDIEVALES que pregonaba la pancarta anunciadora, era
eso, un espíritu casi imperceptible. Pero eso es intranscendente, lo
verdaderamente importante era, según vi ayer, la gran afluencia de público con
sus jarras de a litro en la mano. (Uno tenía hasta tres) y es que la cerveza
alemana pega y pega bien. El rincón de la Plaza donde se invocaba la
presencia del espíritu de la Oktoberfest en nada se parecía a la Hofbräuhaus
muniquesa en la que, un tres de octubre, cené codillo de cerdo con cerveza en
jarras de a litro, precedidas de las copitas de Korn.
La cerveza Paulaner, la que ayer se expendía a los medievalista es muy buena, pero la mejor cerveza de München se fabrica desde 1589 en la Hofbräuhaus
La cerveza Paulaner, la que ayer se expendía a los medievalista es muy buena, pero la mejor cerveza de München se fabrica desde 1589 en la Hofbräuhaus
Sin traspiés te va mi saludo, mis
¡BUENOS DÍAS!
6.10.2019. Domingo. P. Alfonso Herrera Serrano, Carmelita
Buenos días, P. Alfonso,ayer mucha jente en la eucaristia para celebrar el primer dia del triduo de la Virgen del Rosario,muy guapa estaba en el altar mayor para celebrar su dia grande que es lunes,,en la plaza mucha fiesta y cerveza como ested a dicho abemos jente para todo, feliz domingo
ResponderEliminarMuy buenos días P. Alfonso, hoy nos recuerda como ha empezado el triduo de la Virgen del Rosario para preparar su día grande. Muy buena la explicación de sobre la cerveza y la feria Mediaval y Solidaria, con gran participación. Que tenga un buen domingo a día de del Señor y también en terminar con la fiesta de San Francisco con procesión y comida incluida.
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