domingo, 29 de noviembre de 2020

Las Pellolfas

ESTAMPA CAUDETANA.
LAS PELLOLFAS.

  (Foto obtenida de Internet)

Antes de que se marche definitivamente, por este año, la fiesta de Santa Catalina, titular de la parroquia, no quisiera que se me escapara la ocasión de contarte una de las costumbres que existió hace tiempo, pero que todavía vive en personas, ya con muchos años, que fueron sus protagonistas.

Resulta que a esta altura del año, coincidiendo con la fiesta de Santa Catalina, ya han madurado la PELLOLFAS (las mazorcas) de los maizales que no faltaban en los bancales del predio caudetano. Los agricultores las recolectaban y colocaban la cosecha en el porche de las casas. Para despellolfarlas convocaban al vecindario, pero, de modo especial, a los mocicos y mocicas casaderos.

Ya sabes que se cultivan maíces de varias clases y colores. Aquí, en la Real Villa de Caudete, se cultivaba el amarillo, como clase especial, pero, por exigencia de la costumbre de la que te hablo, en cada bancal se sembraban algunos granos de maíz rojo y negro. Y, al recoger la cosecha, en el montón de PELLOLFAS siempre había algunas de esos colores.

Con toda seguridad te andarás preguntando qué función desempeñaban esas mazorcas de color rojo o negro en medio de una gran pirámide amarilla. Pues mira, eran las verdaderas protagonistas de la reunión de los despelzolladores, las que hacían que los mozos y las mozas casaderas se dieran cita en esta o aquella casa, cosa que hacían en compañía de sus padres. ¿Por qué? Pues porque era la única ocasión en que los novios se pudieran besar delante de sus padres, sin que éstos pudieran impedirlo (¡LA FUERZA DE LA COSTUMBRE! Porque ellos mismos también habían pasado, disfrutado, habían sido protagonistas en sus tiempos jóvenes de la fiesta del despelzollamiento).

La cosa consistía en que aquel chico o chica que se encontraba, al despelzollar, una Pelloza de color rojo o negro debería ser besado o besada. Si era chico, lo besaban las mocicas y si la afortunada era una chica, ella era la besada.

Cuando la faena tocaba a su fin, aparecía una gran torta fofa, o melón o pastas que venía a poner broche de oro al despelzollar los maíces dando cumplimiento a aquel refrán que dice: "De la panza, sale la danza".
Y, sí, el pelar las mazorcas, en esta Villa de Caudete, era un motivo de fiesta, porque en este pueblo siempre se buscaba, y se encontraba, ocasión para el jolgorio, para la fiesta.

Recibe mi saludo, mis

      ¡¡¡¡¡¡BUENOS DÍAS!!!!!!
29.11.2020. Domingo  (C. 1096). Hoy comenzamos, en el orbe católico, un año nuevo. Lo hacemos poniendo en marcha el Adviento que ha de llevarnos hasta la Navidad de Jesús, el Señor.

Nota: noticia de esta costumbre me la han suministrado Pilar la señora de Paco, conocido como Bajoca, y Paco Molinero.

P. Alfonso Herrera Serrano, Carmelita.

 

2 comentarios:

  1. Muy buenos días, P. Alfonso, hoy con éste recuerdo me ha transportado a mis años de niñez, lo bien que nos lo pasábamos los críos cuando se espellolfaba una roja o negra ( que se le llamaba la novia) .la verdad que era una fiesta la que se organizaba alrededor del montón de las espigas , siempre nos decían datos prisa que bajo del montón hay una pastilla de turrón, pero el turrón se guardaba para la Navidad , esa pastilla del dulce turrón era de cacahuete pero nos sabía Gloria , pues la saboreamos muy bien.Que tenga un buen domingo día del Señor y 1 de Adviento.

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  2. Despellolfar en Caudete las espigas de panizo, en medio el porche en este tiempo del año era una faena y la vez una diversión muy común en muchas casas del pueblo ,por qué se sembraba mucho panizo al tener mucha agua, mucha huerta y muchos animales en las casas.
    Cuándo se despellolfaba , también se dejaban muchas espigas de panizo con unas cuantas hojas de pellolfa para hacer "frailes" ( en un sogueo se iban amarrando las panochas con las pellolfa quedando una colgadura de forma cónica)que luego se colgaba en la cambra el resto se daba al ganado, también se utilizaban las pellolfas para hacer hacer relleno para los colchones.
    Los muchachos tenían una picardía cuando despellolfaban, consistía en mirar un poco la espiga levantándole un poco la pellolfa y si veían que era roja o negra se la ponían para el lodo de la muchacha para que la sacará ella.
    Estas costumbres perdidas nos recuerdan a personas queridas y momentos vividos que no volverán.

    Gracias.

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