jueves, 4 de febrero de 2021

La Fiesta Patronal

ESTAMPA CAUDETANA.
LA FIESTA PATRONAL


(Imagen de San Blas que se venera en el Santuario junto a la Patrona, la VIRGEN de GRACIA. Estos días en lugar de honor, en el presbiterio de la parroquia de Santa Catalina)

El cielo cristalino de la Real Villa de Caudete se rompía aquí y acullá, mediado el día, cuando los cohetes rompían el aire tratando de llegar a todo lo alto y, en llegando allá arribota, ¡¡¡BOOOOM!!! ¡¡¡BOOOOM!!! ¡¡¡BOOOOM!!! Estallaban las bombas de artificio que llevaban adheridas a su caña.
Por orden de la Cofradía de San Blas, se estaba llamando la atención de los villanos de Caudete para que cayeran en la cuenta de que, ayer, era el día del COOPATRÓN.
La pandemia que nos tiene confinados no pudo con la SOLEMNIDAD DEL COOPATRÓN. Bien es verdad que las normas establecidas por la autoridad competente para afrontar una lucha sin cuartel contra esta contrariedad tan grande que, implantada por el "bichico", llegado del oriente, ha arrumbado todo componente externo, toda parafernalia, que tan agradable y atractiva hace LA FIESTA, ha aguado todo. De hecho, en la Real Villa de Caudete, ayer, no se notaba nada, fuera de los ruidos de la pirotecnia, que nos encontrábamos en el día de la SOLEMNIDAD DEL COOPATRÓN SAN BLAS.
Pero no, no pudo la pandemia con SAN BLAS porque, a las 19,00 horas, el Gremio de Campaneros subidos en todo lo alto de la torre de Santa Catalina, comenzaron a sacarle sus más sonoros timbres a la campana grande, conocida como Catalina, y a todas las otras, para esparcirlos por todo el predio de la Villa mientras que, en el cielo, ponían rosetones  que encendían, con lucecicas de colores, la oscura y profunda cubierta celeste de Caudete.
Cuando callaron las campanas de la torre y se apagaron  las lucecicas en el cielo, comenzó la ceremonia litúrgica en honor del SANTO COOPATRÓN SAN BLAS.
La parroquia se encontraba ocupada por el número de fieles que estipula la autoridad.  En lugar preeminente, Manolo Ortuño Amorós, el Presidente de la Cofradía de SAN BLAS acompañado de algunos cofrades, todos ellos, portando al pecho, la medalla que les identificaba como miembros de la Cofradía.
Formando parte de la homilía, el celebrante, leyó la hagiografía que, del SANTO COOPATRÓN,  hiciera, hace muchísimos años, un autor extranjero  de nombre Robert QUARDT  en su libro "Los Santos del Año" (pgs, 73-75) que, recogiendo todo el aporte traído en volandas por la tradición con el aporte de la leyenda, tuvo el acierto de ponerlo por escrito.
Finalizada la Eucaristía, el celebrante bendijo dos largas velas preparadas por el sacristán para que, aún en tiempo de pandemia y guardando escrupulosamente la normativa sanitaria, procedió a bendecir, tocando el cuello de aquellos fieles, que así lo desearon, con las velas entrecruzadas, según la más genuina costumbre que se remonta al siglo IV porque el SANTO BLAS es invocado como auxiliador en los padecimientos de garganta debido a que, en el camino hacia su martirio, curó a un niño al que, una espina clavada en su garganta, estaba a punto de asfixiarle.
Concluida la ceremonia litúrgica la feligresía se encaminó a sus casas a pesar de que la tarde era primaveral. Pero es que, al fondo, se encuentra ella, la pandemia.

Recibe mi saludo, mis

      ¡¡¡¡¡¡BUENOS DÍAS!!!!!!
4.2.2021. Jueves.  (C. 1163)

P. Alfonso Herrera Serrano, Carmelita.

 

1 comentario:

  1. Muy buenos días, P. Alfonso, sí, ya ha pasado la fiesta de nuestro COOPATRON, sin su acostumbrado jolgorio que también se lo pasan los más pequeños , pero otra fiesta más que ha sido tan diferente , tendremos la confianza puesta en el Señor que esto vaya cediendo. Que tenga un buen día.

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