ESTAMPA CAUDETANA.
LA PALOMA TORCAZ.
Ocurrió el domingo pasado, entre las 18 y las 19 horas del día. El cielo estaba
casi totalmente encapotado por las nubes que no dejaban respirar al predio
Caudetano por lo que el bochorno era muy pesado. El calor era asfixiante,
anunciaba la gran ola de calor, que nos iba a venir encima a lo largo de la
semana que, ese día, comenzaba. El primero de la semana según se le denomina en
el evangelio de San Mateo 28,1 referido al día y momento en que tuvo lugar la
RESURRECCIÓN DE JESUCRISTO.
No se movía ni una hoja de los árboles del entorno. Sí, hacía calor, mucho
calor.
En los 4 años que llevo residiendo en la Real Villa de Caudete, jamás de los
jamases, he visto aparecer por los tejados, por el claustro, de uno a otro de
sus cuatro cipreses que en él crecen emulando al único de Silos, ni por la
arboleda del corralón del convento de San José (El Carmen), a ninguno de los
especímenes de PALOMA TORCAZ. Pero, eso no quiere decir que, en el predio
caudetano, no se hayan asentado, perdiendo el miedo cerval de esa especie
salvaje al ser humano y la prevención impresa en sus genes, algunas parejas de
esta especie colombina migrante.
Fíjate en la fotografía que te adjunto al principio de estas letricas y verás
una de ellas. Nos separaban 10 ó 15 metros. El animal llegó volando y se posó
en todo lo alto del palo vertical de la Cruz del monumento en la glorieta a
ELLA dedicada. Compartimos un buen rato, yo diría que más de 5 minutos. Me
llamó poderosamente la atención. Miraba a un lado y a otro, me miraba fijamente
a mí y lo hacía al entorno, desde su interior quizá estarían afluyendo sentimientos
de prevención respecto del medio, como si estuviera a la defensiva, pero no
emprendía el vuelo, no daba sensación de inquietud, se dejó fotografiar. No
saltaba de lo alto del palo vertical de la Cruz ni se hundía en la espesura de
las frondosas copas de los castaños locos de la India de las cercanías en el
Paseo de la Virgen, ni en aquellos que crecen junto a las paredes del pabellón
deportivo que lleva por nombre el de un gran atleta Caudetano, ANTONIO AMORÓS,
que paseó y dio a conocer el nombre de esta Real Villa por los estadios de
Atletismo de todo este mundo nuestro y más concretamente de nuestra Europa.
¿Qué quieres que te diga? Me llamó la atención que, un animal, tan sensible,
tan amigo de las libertades, posada encima de lo alto del monumento a la Cruz y
que, sin el menor resquemor, ante mi posible actitud violenta, permaneciera
allí subidica.
Y, como me llamó la atención, así te lo digo. Un acontecimiento natural, de
andar por casa, en nuestro reino animal, pero que no suele ser frecuente en
presencia de humanos, he querido utilizarlo en el día de hoy como vehículo para
hacerte llegar mi saludo.
Cansado de otear el contorno, el animal voló y atravesó la Avda. de La Libertad
para perderse en la seguridad que le otorgaba la tupida copa de un castaño de
Indias.
¡¡¡¡¡¡BUENOS DÍAS!!!!!!
13.8.2021. Viernes. (C. 1.337)
P. Alfonso Herrera Serrano. Carmelita
Muy buenos días, P. Alfonso , buen relato con el que hoy nos saluda , esa paloma tan tranquila que apresar de ser salvaje también tiene sus momentos de tranquilidad y de dejarse hasta incluso fotografíar. Que tenga un buen día de calo
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