domingo, 19 de septiembre de 2021

El Jinjolero.

ESTAMPA CAUDETANA.

EL JINJOLERO.

Me había pasado totalmente desapercibido hasta ayer por la mañana cuando destiné un ratico a regar las plantas que crecen en tiestos y jardineras entre las columnas barroco- toscanas del claustro bajo del convento de San José (El Carmen)  cuando al llegar al JINJOLERO le descubrí. Colgando de una de sus ramitas, descollaba un JINJOL, un precioso ejemplar de fruto del JINJOLERO. Para mí que pertenece a la clase de los GRANDES DE ALBATERA porque se le ve hermoso y más que se va a poner dado que ese tiene que crecer hasta bien metido octubre que cuando dejan de crecer y hasta entonces faltan no pocos días. No me conformo con que me lo encasillen en los MEDIANOS y mucho menos, en los PEQUEÑOS y, por supuesto, nada tiene que ver con la cuarta de las clases de JINJOLEROS asentados en el sureste español a los que han dado en llamar DÁTILES porque, como ves,  el precioso fruto de mi JINJOLERO del claustro barroco-toscano del convento de San José,  en nada se parece al fruto de la palmera datilera.

Este espécimen no me llegó de la China ni de la India de donde son originarios, me lo regaló, chiquitito, Joaquina, la hija de Eugenio y Carmen, de los muchos que le crecen en su corral. Ya lleva un par de años creciendo y creciendo, levantándose hasta más arriba de los dos metros. Y ha sido este año cuando me ha dicho, «aquí estoy yo» y se ha puesto por bandera el primero de sus frutos.
Mi compañero, el P. Ángel, que de todo sabe mucho, me ha dicho que el AZOFAIFO, con ese nombre se le conoce también, por la firmeza y maleabilidad de su madera, se emplea para hacer bieldos para recoger los haces de cereal y para aventar la parva en la era. Aunque, si hacemos caso a las noticias que nos llegan desde finales del siglo XVI (1585), se empleó, ni más ni menos, que para construir las naves de la Armada Invencible.
Ya me está pidiendo ser trasplantado a tierra en el corralón del convento de San José…  Le daré gusto, no sé si antes de que haga acto de presencia el frío o después de que se vaya, pues, en cualquiera de esos momentos, se puede llevar a efecto su plantación. Me lo pensaré. Así dispondremos de sus drupas que son verdaderos depósitos de sustancias medicinales empleadas en China desde hace más de 4.000 años. Una de ellas muy importante es que es un soldado que defiende a las células del organismo de la oxidación.

Me hubiera gustado un montón disponer de una gran cosecha de frutas del JINJOLERO para hacerte partícipe de esa frutita tan especial y tan rica en depósitos saludables, pero sólo tengo una.

El JINJOLERO ha empezado con humildad, sin ambición alguna, enseñándome que está perfectamente dotado para producir, pero que no tiene prisa en hacerlo, para no quemarse en el empeño. Es consciente de lo que afirma el dicho: ”principio requieren las cosas”, él comienza a producir con sencillez, sin apabullar. Y me pide que confíe en él y que mantenga la esperanza de que irá in crescendo para satisfacerme plenamente.

Quedo a la espera.

Recibe mi saludo, mis

              ¡¡¡¡¡¡BUENOS DÍAS!!!!!!

19.9.2021. Domingo.  (C. 1.374)

P. Alfonso Herrera Serrano. Carmelita.

1 comentario:

  1. Muy buenos días, P. Alfonso, buena información la que hoy nos informa cómo se va desarrollando su jinjolero, verá como sí consigue de el lo que espera para poder disfrutar de más frutos. Que tenga un buen día dedicado al Señor.

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