ESTAMPA CAUDETANA.
RETOMAMOS UNA LARGA COSTUMBRE.
En charla tenida entre el señor cura párroco y el señor
alcalde de la Real Villa de Caudete, decidieron, en común acuerdo, retomar la
celebración del santo sacrificio de la Eucaristía en el cementerio los terceros
miércoles de mes. Hoy, precisamente, es tercer miércoles de junio; razón por la
cual, el Sr. Alcalde apercibió al oficial encargado del cementerio acerca
del hecho, y, este señor tuvo a bien disponer, junto a Domingo Gil Conejero,
sacristán de la parroquia de San Francisco, los elementos necesarios para
llevar a buen término la celebración de la Eucaristía.
Oración de la Eucaristía en el cementerio es una costumbre
que viene de lejos, de los años 70 del siglo pasado en que fuera
implantada, según creo, por el párroco de entonces, P. Rafael María López
Melús.
Se suele celebrar dentro de la capilla existente en el campo
santo pero, debido al fuerte calor que ya a esas horas de la mañana
reinan en el lugar, se llevó a efecto en la Avda. de la Paz que no es otra que
la calle de entrada al lugar santo. Es un lugar pintiparado porque los
cipreses que jalonan la misma que vienen a constituirse como los guardias de honor
para los cortejos fúnebres, nos resguardan de los rayos nuevecitos, brillantes
y calentitos que ya estaba dejando caer el sol en su ir levantándose para
alcanzar el cenit sobre la vertical de la Real Villa de Caudete.
Como no se había anunciado en todas las misas del domingo
precedente el reinicio de la celebración litúrgica de la Eucaristía en el
cementerio de la Villa en sufragio por los hermanos difuntos de esta Villa,
después de los dos años en que, por fuerza mayor, prevenir la transmisión de la
pandemia traída por el Covid-19, se impuso, por imperativo administrativo y
sanitario, su interrupción, no fueron muchas la personas que se acercaron a
participar en ella, solo nos juntamos 14. Claro que como afirma el
dicho:”principio quieren las cosas”.
Recibe mi saludo, mis
¡¡¡¡¡¡BUENOS DÍAS!!!!!!
15.6.2022. Miércoles. (C. 1526)
P. Alfonso Herrera Serrano. Carmelita.
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