ESTAMPA CAUDETANA.
LA ALCACHOFA
Había ganas, muchas ganas e que la dichosa pandemia
implantada por el Covid-19, que llaman, dejara de imponer su autoridad
prohibiendo a diestro y siniestro toda actividad lúdico-festiva de nuestros
pueblos. Este año, tras dos años de impás, volvió una tradición linda y
muy querida por las gentes de esta Noble y Real Villa, la de LA ALCACHOFA.
Viene teniendo lugar desde principios del siglo XX (1911) y
es, al parecer, una manifestación popular que emula el Misterio de Elche, al
que copia. Era patrimonio común de muchos de los pueblos de la región valenciana
donde perdura en algunos, pocos, pueblos y, en esta Villa caudetana, de honda
ascendencia valenciana a la que perteneció por espacio de 400 años, se sigue
con entusiasmo, fervor y muchísima emoción.
Durante algún tiempo se dejó de celebrar por presiones
ajenas a la fe y tradición de un pueblo, pero en la década de los 80 del siglo
pasado (1984), impulsado por el que fuera fraile carmelitas y, a la vez, cura
pilón, párroco de las parroquias del pueblo, se volvió a retomar con
gran éxito esta práctica, volviendo a formar parte del elenco amplísimo
de las tradiciones y costumbres del lugar.
Ayer, 38 años después de haberse reimplantado y tras dos
años de impás impuesto por la pandemia del Covid-19, volvió por sus fueros con
la misma ilusión y sentimiento popular. La plaza de Ntra. Señora de El Carmen
encontraba llena, de bote en bote, cuando la imagen de Ntra. Señora del Monte
Carmelo hacía su entrada en ella tras haber recorrido las calles de la Villa en
añorada procesión.
El azogue del termómetro, hacía un ratico que se había
bajado de los 40º C. y se podía respirar y es que cuando salió la Sagrada
Imagen de la Virgen del Monte Carmelo de la iglesia del convento de San José,
cumplidas que fueron, las 21 horas, comenzó a moverse
un airecillo que, aunque calentico, hacía un tanto agradable el ambiente
porque movía la imponente manta de calor que había dejado el sol sobre la Villa
a lo largo del día. Abría la procesión la Cruz, portada por José Antonio,
no podía ser de otra manera, detrás de ella, los niños que habían tomado a
Jesús Sacramentado por primera vez este año, todos ellos vestidicos con su hato
de Primera Comunión.
Detrás de los niños, Eusebio, enarbolaba el estandarte
o pendón de la Virgen del Carmen… Seguía la carroza en la que se había
instalado la imagen de la Virgen adornada con profusión de flores. Una nueva
instalación de luces Led, llevada a efecto por Domingo, iluminaba la preciosa
imagen de La Virgen. A su lado, tomando el cordón, caminaban Asunción e Isabel.
Seguían a la Sagrada Imagen, el cura párroco, Luis Torres Pérez, carmelita, el
P. Antonio Graciá Albero, carmelita, Don Ramón Gisbert Conejero, que en
sus tiempos de fraile carmelita y párroco del lugar, retomó tan linda tradición
de la ALCACHOFA, los tres naturales de la Villa, y el coadjutor P.
Alfonso Herrera Serrano, también carmelita, venido de las antípodas de la
Autonomía, del pueblo toledano de Oropesa. El Sr. Alcalde con varios de
los miembros del Consistorio Municipal que preside, daban realce con su presencia
al acto religioso-popular.
La banda de música Oficial, “Amigos de la Música Santa
Cecilia”, cerraba la procesión.
Fieles de toda edad caminaban dando escolta a la Virgen
durante todo el trayecto. Desde los balcones una tupida lluvia de pétalos de
rosas caía, como fina lluvia, sobre la carroza de la Virgen. Quiénes estáticos
en las aceras, quiénes desde los quicios de las puertas y quiénes, desde las
ventanas y balcones saludaban emocionados a la Madre del Carmelo que
pasaba.
De vez en cuando, a la indicación de Joaquinico, hacía un
alto la carroza y, con ella paraba la procesión. Significativas fueron las
paradas delante de las puertas abiertas de par en par de la parroquia de Santa
Catalina,
en cuyo ámbito se encuentra enclavado el convento de San
José (El Carmen) y la realizada delante de la puerta del Ilmo. Ayuntamiento de
la Villa
Cuando la Carroza con la Virgen del Carmen entraba en la
Plaza que lleva su nombre, todo estaba preparado. Domingo y José, ya lo tenían
todo a punto, Angelita Olimpia, Amorós Aniorte,
la niña que habría de cantarle a la Virgen ya se encontraba
dentro del artilugio en forma de ALCACHOFA o ESCARCIL, que dicen por aquí,
con su palomica blanca en las manos. Los niños de la Primera
Comunión formaban una corona en torno al entramado de la ALCACHOFA y dentro de
la misma el conjunto de músicos que iban a acompañar a la nena en su primoroso
canto a la Virgen del Carmen. Detenida la carroza con el sagrada imagen de la
Virgen del Carmen delante de la ALCACHOFA, izaron el artilugio con la niña
dentro y cuando estaba en todo lo alto se abrió lentamente igual que acontece
cuando se le quitan las hojas duras al producto huertano momento en el que se
encendieron las luces y apareció la niña con la palomica blanca en sus manos.
Los cientos de personas que asistíamos al acto prorrumpimos en un atronador
aplauso y, una vez silenciado, la niña dio suelta a la palomica que salió
volando despavorida perdiéndose en la noche, más allá de las luces que tenuemente
iluminaban el recinto. En ese momento la batuta del director hacía que los
músicos sacaran lo mejor de sí mismos para dar la entrada y luego acompañarla,
a la niña cantora.
Finalizado el canto oracional a la Virgen María del Carmen,
presente, justo delante de la nena y a su misma altura, ésta, la Nena profirió,
con todo el aire de sus pulmones un VIVA A LA VIRGEN DEL CARMEN que fue coreado
por todos los presentes.
Finalizado el acto, la Cruz, el estandarte y los niños
de Primera Comunión se abrieron paso entre el gentío para concluir un acto
religioso y popular, muy entrañable en la Real Villa de Caudete. Arriba, en la
torre del convento, las campanas volteaban sobre sí mismas acompañando a
la Sagrada Imagen hasta la iglesia del convento de San José donde se puso el
broche de oro a todas las fiestas, que han venido celebrándose en esta Villa,
en honor de la Virgen María del Monte Carmelo, con el canto de la Salve y
del Flor del Carmelo. Tras lo cual volvieron a oírse los Vítores en honor de la
Virgen.
Recibe mi saludo, mis
¡¡¡¡¡¡ BUENOS DÍAS!!!!!!
18.7.2022. Lunes. (C. 1.538)
P. Alfonso Herrera. Carmelita.
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