Hibisco Rosa-Sinensis.

ESTAMPA CAUDETANA.

HIBISCO ROSA-SINENSIS

Ya te llevó el otro día mi saludo de buenos días una flor de HIBISCUS ROSA-SINENSIS. ¿La recuerdas? Era de un rojo vivo como roja es la sangre que emana del de la herida que le infiere al brioso toro de lidia, la espada del torero. 

Sus cinco pétalos, abiertos de par en par, dejaban salir, de sí misma, unos estambres, a modo de periscopios, que se proyectaban más allá de ella misma, como pretendiendo ser acariciados por todos los vientos de su homónima aunque, lo que de verdad hacían era mostrarse, así de guapos y hermosos, atrayendo la presencia de los insectos polinizadores o, en su caso, para favorecer que su polen, su semilla, viaje en volandas por los aires llevados por los caminos por donde marchan los cuatro vientos.

Era guapa aquella flor de HIBISCUS ROSA-SINENSIS.

Entonces te decía que la familia de los HIBISCUS estaba compuesta por miles de miembros que, guardando la misma estructura, variaban grandemente en el color con que pintaban sus pétalos, su vestido, y que, incluso, había especímenes que cambiaban de "vestido" a medida que avanzaba el día como es el caso de la variedad de los MUTÁBILIS.

Hoy te lleva mi saludo esta guapísima flor de HIBISCO ROSA-SINENSIS con la que me topé ayer por la tarde cuando salía de casa para dar un paseo y respirar un aire cargado de yodo y, al mismo tiempo, dejarme querer por el sol aceptando, de buen grado, el obsequio de la estupenda vitamina D.

¿A que es guapa? ¿,A que es preciosa? ¿A que es una maravilla de la naturaleza como lo era su hermana aunque la steticien natural la haya maquillado de forma totalmente distinta? Pues ella te lleva hoy mi saludo, mis

   ¡¡¡¡¡¡BUENOS DÍAS!!!!!!

27.10.2022. Jueves. (C.1.594)

P. Alfonso Herrera. Carmelita.