ESTAMPA CAUDETANA.
EL NIÑICO DE LA HORNACINA.
Llevo algún tiempo preguntándome acerca de las razones que
asistirán a quienes sean, supongo yo que a los miembros de la cofradía del
Dulce Nombre del Niño Jesús para que el niño que esculpiera Roque López,
discípulo de Salzillo y heredero de su taller, se encuentre ausente de la
hornacina en la que suele permanecer a lo largo del año hasta que el
calendario, a punto de fenecer, nos traiga las fiestas en torno a Él, en torno
al Dulce Nombre del Niño Jesús.
En su lugar vemos a otro Niñico, no a aquel que salvara de
la quema el maestro de las escuelas de la Real Villa de Caudete, Don Julián
Huesca Bañón (*) (Ríp) en tiempos nebulosos, vistiéndolo con el hato de
bailadora, porque se habían promulgado leyes en contra de todo aquello que
indicara profesión de fe de que en Dios y más concretamente en las imágenes que
representaran, de alguna manera, a Santos mártires, confesores, vírgenes, a las
personas de la Beatísima Trinidad y a cualquier otro motivo religioso como
cruces. Es el caso del niñico que esculpió, como antes te decía, Roque López
que, todavía púber, fue llevado por su padre, José, al taller de Francisco
Salzillo con el ánimo de que perfeccionara el arte de la escultura que ya
comenzaba a manifestarse en el chaval, pues dicen las notas históricas que el
padre de Roque y Rafael Salzillo firmaron un contrato que recogía los
compromisos de ambos respecto de la criatura que ponía en sus manos.
El Niñico que ves en las fotografías no es aquel del que te
hablo y que se encuentra ausente de su hornacina, ¡que va! Es otro que, según
el decir de Manuel Gil, sacristán que fuera de Santa Catalina antes, durante y
con posterioridad a la guerra civil española, le fue obsequiado por una familia
de la que no se tiene noticia y sin que dejara constancia de documentación
alguna que lo certificara.
Según tengo oído, esta esculturica que ves es coetánea de la
que se venera en su capillica de la nave derecha de la iglesia de Santa
Catalina, según el dictamen de entendidos en las obras escultóricas murcianas
de por aquel entonces. Aventurando mi propia hipótesis, hasta podría ser una obra
del mismo Roque López pues, es sabido, y la documentación que ha llegado hasta
nuestros días así lo atestigua, que, de las manos trabajadoras de Roque,
salieron un montón de niños, cientos, que se reparten por lugares de culto y en
familias particulares que los vienen heredando de generación en generación.
Y ha sido el sacristán actual Juan Doménech quien me ha
arrojado luz pues me ha dicho: "que la imagencica se encuentra en una
habitación cerrada sometida a cuidados exhaustivos para prevenir cualquier deterioro".
Pues ¡Qué bien!
El Niñito que está ocupando el lugar del otro, del que tiene
carta de ciudadanía, ¿A que es guapo también? te lleva hoy mi saludo, mis
¡¡¡¡¡¡BUENOS DÍAS!!!!!!
24.3.2023. Viernes. (C. 1.652)
(*) Información que me ha sido suministrada por Paco Cantos
Albertos, conocido como Paco El Molinero.
P. Alfonso Herrera. Carmelita.
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