viernes, 3 de marzo de 2023

El Santísimo Cristo de la Agonía

ESTAMPA CAUDETANA.

EL SANTÍSIMO CRISTO DE LA AGONÍA.


El sábado pasado, con motivo de la celebración festiva de las bodas de diamante de la cofradía de esta imagen de Cristo ya te hablé de él y de cómo apareció en esta Real Villa de Caudete allá por el año 1948, en su tiempo de Cuaresma, regalo que fue de un matrimonio formado por "el de la Cera", don Pedro Sánchez Serrano y Doña Juana Bereguer Rojo, maestra en las escuelas de la Villa. Fue otorgado  a la parroquia y ubicado en uno de los paños del baptisterio.

Te decía, asimismo, que desde aquel año de 1948 hasta ahora mismo nunca había dejado de procesionar por las calles de la Villa salvo, cuando fueron suspendidas todas las actividades, que congregaban a gran número de gentes, debido a la normativa impuesta por las autoridades político-sanitarias del país con motivo de la pandemia traída hasta estos lares por el Covid 19.

Entonces decía que, esta imagen del Cristo de la Agonía, presidía, durante el tiempo litúrgico de la Cuaresma, los cultos litúrgicos que tenían lugar en la parroquia de Santa Catalina. Hoy, cuando la pandemia  ha dejado de tener tanta incidencia, vuelve a ocupar el lugar de importancia en el presbiterio, a la derecha del altar.

La imagen del Santísimo Cristo de la Agonía, expuesta en tal lugar, viene a ser como una parábola en la que se manifiesta, plásticamente, el don de Dios a la humanidad.

La humanidad estaba totalmente desquiciada y Dios tomó la decisión de recomponerla y de reenfocarla situándola en el camino del reencuentro consigo mismo para lo cual decidió que la Segunda Persona de la Santísima Trinidad, el Verbo, el Hijo, tomara carne humana en las santísimas entrañas de una doncellica de Nazaret, de nombre María, y al tomar  nuestra capa, se sometió totalmente al imperio del tiempo y asumió nuestro acontecer, acontecer que, en su caso, le subió a la cruz donde rindió viaje, donde murió a nuestra vida para resurgir, por el poder de su Espíritu, en su vida, la que tenía junto al Padre antes de tomar nuestro hato. 

Vivió la Pascua, "pasó de la muerte a la vida".

Él, al morir suspendido en una cruz, se constituyó en vida para sus hermanos los seres humanos, vida que está representada en la gran cantidad de flores que surgen de allí donde se hunde el palo vertical de la cruz que le sostiene, en el ámbito por donde ambula la humanidad entera.

Recibe mi saludo, mis

 

      ¡¡¡¡¡¡BUENOS DÍAS!!!!!!

3.3.2023. Viernes. (C.1.643)

P: Alfonso Herrera. Carmelita.

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