ESTAMPA CAUDETANA.
EL SANTÍSIMO CRISTO DE LA AGONÍA.
El sábado pasado, con motivo de la celebración festiva de
las bodas de diamante de la cofradía de esta imagen de Cristo ya te hablé de él
y de cómo apareció en esta Real Villa de Caudete allá por el año 1948, en su tiempo
de Cuaresma, regalo que fue de un matrimonio formado por "el de la
Cera", don Pedro Sánchez Serrano y Doña Juana Bereguer Rojo, maestra en
las escuelas de la Villa. Fue otorgado a la parroquia y ubicado en uno de
los paños del baptisterio.
Te decía, asimismo, que desde aquel año de 1948 hasta ahora
mismo nunca había dejado de procesionar por las calles de la Villa salvo,
cuando fueron suspendidas todas las actividades, que congregaban a gran número
de gentes, debido a la normativa impuesta por las autoridades
político-sanitarias del país con motivo de la pandemia traída hasta estos lares
por el Covid 19.
Entonces decía que, esta imagen del Cristo de la Agonía,
presidía, durante el tiempo litúrgico de la Cuaresma, los cultos litúrgicos que
tenían lugar en la parroquia de Santa Catalina. Hoy, cuando la pandemia
ha dejado de tener tanta incidencia, vuelve a ocupar el lugar de importancia en
el presbiterio, a la derecha del altar.
La imagen del Santísimo Cristo de la Agonía, expuesta en tal
lugar, viene a ser como una parábola en la que se manifiesta, plásticamente, el
don de Dios a la humanidad.
La humanidad estaba totalmente desquiciada y Dios tomó la
decisión de recomponerla y de reenfocarla situándola en el camino del
reencuentro consigo mismo para lo cual decidió que la Segunda Persona de la
Santísima Trinidad, el Verbo, el Hijo, tomara carne humana en las santísimas
entrañas de una doncellica de Nazaret, de nombre María, y al tomar
nuestra capa, se sometió totalmente al imperio del tiempo y asumió nuestro acontecer,
acontecer que, en su caso, le subió a la cruz donde rindió viaje, donde murió a
nuestra vida para resurgir, por el poder de su Espíritu, en su vida, la que
tenía junto al Padre antes de tomar nuestro hato.
Vivió la Pascua, "pasó de la muerte a la vida".
Él, al morir suspendido en una cruz, se constituyó en vida
para sus hermanos los seres humanos, vida que está representada en la gran
cantidad de flores que surgen de allí donde se hunde el palo vertical de la
cruz que le sostiene, en el ámbito por donde ambula la humanidad entera.
Recibe mi saludo, mis
¡¡¡¡¡¡BUENOS DÍAS!!!!!!
3.3.2023. Viernes. (C.1.643)
P: Alfonso Herrera. Carmelita.
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