jueves, 21 de septiembre de 2023

La Campanica de la Virgen de Gracia.

ESTAMPA CAUDETANA

LA CAMPANICA DE LA VIRGEN DE GRACIA.

Los habitantes de esta Real Villa de Caudete ya lo sabéis. Pero hoy me permito recordároslo porque, uno de los momentos de las Fiestas Patronales de Moros y Cristianos, en honor de la Virgen de Gracia, Patrona del lugar, me vino fijado por los tañidos de la CAMPANICA que cuelga en el lateral izquierdo del camarín donde se encuentra su Sagrada Imagen.

Cuenta una leyenda, con visos de verosimilitud, que, allá por los inicios del siglo XV, Juan López, un pastorcico que trashumaba con sus animales hasta esta tierras huyendo de los crudos inviernos conquenses, fue objeto de una gracia especialísima, pues la Virgen de GRACIA, LA MADRE DEL SEÑOR, tuvo a bien manifestársele con el fin de darle a conocer el lugar donde habían sido  soterradas su Sagrada Imagen junto con la del Santo Blas, ambos copatrones de la Real Villa de Caudete, y diversos elementos del culto litúrgico para evitar que sufrieran el mismo fin que tantas imágenes y elementos de culto, llevado a cabo por la furia iconoclasta con la que venían arrasando y adueñándose  de nuestros ámbitos patrios los invasores norteafricanos “tras haber dado para el pelo” al último rey Godo, don Rodrigo, en las riberas del río Guadalete. Y, ante tal peligro, estábamos en el siglo VIIIº, los monjes que cuidaban el santo lugar, de su ermita, procedieron a soterrarlas alarmados por las  noticias que iban llegando a la Villa. Y antes de poner “los pies en polvorosa”, huyendo hacia el  norte, ante el vertiginoso avance de las hordas moras al mando de un jefe que unió su nombre, el de Tarik (*), al acontecer de la Villa en su devenir por el tiempo, decidieron eso, ocultarlas soterrándolas.

Habría de pasar la friolera de setecientos años hasta que Juan López, el pastorcico natural de Paracuellos de la Vega, un muchacho que había nacido sin uno de sus brazos, fuera elegido por la Virgen de GRACIA para manifestarse a él en La Zafra de Los Alhorines


(Capillica, con el Azulejo que ilustra el hecho, levantada en el lugar de la sierra de la Zafra donde se le apareció la Virgen a Juan López)

lugar que, por entonces, pertenecían al predio caudetano. No hizo mucho caso y siguió apacentando su rebaño por el entorno hasta la llegada de la primavera en que volvió con su ganado a su tierra de Cuenca. Y fue allí donde la Virgen de Gracia, una madre no ceja nunca de insistir ante sus hijos, volvió a manifestársele y esta vez con rotundidad de modo y manera que no quedara duda de la intención que llevaba su mensaje que no era otro:

QUE SACARAN A LA LUZ SU SAGRADA IMAGEN Y TODO LO ACUMULADO EN UNA OQUEDAD EXISTENTE AL ESTE DE LA VILLA DE CAUDETE. 

la razón contundente consistió en proveerle, al muchacho, del brazo que  no vino con él al nacer. Así que, cuando volvió a bajar a los llanos manchegos, puso en conocimiento de las autoridades del  momento el mensaje de la Virgen del que era portador y ofreciendo, como prueba fehaciente de la veracidad de tal encomienda, el brazo del que había carecido hasta que le fue dado por la Señora del cielo.

Acompañado por las autoridades fueron hasta el lugar que le había indicado la Virgen y, al apartar unas retamas, apareció el orificio que daba entrada a la cueva.                                                                                

(Lugar donde estuvieron ocultas setecientos años las imágenes de la Virgen de Gracia y de San Blas. En la actualidad se encuentra situado debajo del camarín de la Virgen en su santuario)

En ese momento se oyó el tañer de una CAMPANICA al tiempo que se descubría la cavidad, toda ella iluminada por la luz de un cirio que permanecía inconsútil. Allí estaban las imágenes de la Virgen de Gracia y de San Blas y todo lo que habían introducido los  monjes siete siglos antes. Aquel tañido de la CAMPANICA dio origen a otra leyenda que, al día de hoy, se tiene por cierta, consistente:

”EN QUE TODO AQUEL QUE, TRAS VISITAR A LA VIRGEN EN SU SANTUARIO, HICIERE SONAR LA CAMPANICA QUE CUELGA EN TODO LO ALTO, EN EL CENTRO MISMO DE SU CAMARÍN, Y QUE SE CREE QUE ES AQUELLA QUE SONÓ ENTONCES, NO PADECERÁ MALA MUERTE”.

El vídeo que aparece en el inicio de este escrito, realizado en un momento del BESAPIÉS de la Virgen, el pasado domingo,  nos trae el sonido de aquella campanita y, al traérnoslo, pone de manifiesto la creencia de que así acontecerá en el día que Dios tenga a bien llamar a casa a quien hubiere hecho sonar la CAMPANICA DE LA VIRGEN DE GRACIA, LA MADRE DE SU HIJO.

Recibe mi saludo, mis

¡¡¡BUENOS DÍAS!!!

21.9.2023 Jueves. (C. 1.681)

(*) El tal moro Tarik, en su subir hacia el norte, como quien se da un paseo por falta de oposición, llegó, varios meses después de anexionarse la Villa de Caudete, a hacer otro tanto con otra Real Villa, con la de Oropesa de Toledo, en el oeste de la Autonomía Castellano – Manchega, que es el lugar donde yo vi la luz primera. Aquí tenéis los caudetanos la representación de aquellos momentos históricos de la ocupación y su reconquista con la apoteosis final del descubrimiento de las Sagradas Imágenes de la Virgen y de San Roque una vez que fuisteis liberados del yugo musulmán, en los famosos EPISODIOS CAUDETANOS, en los que teatralizáis, cada septiembre, durante las fiestas aquellas gestas. En la Villa de Oropesa también tenemos algo parecido con la representación, DEL RESCATE DE LA DONCELLA, pues es sabido, nos lo trae en volandas las olas del tiempo en su devenir, que el moro Tarik cobraba sus impuestos a los villano de Oropesa en doncellas de la Villa, pero permitía permutar tal impuesto por el peso de la doncella en ORO, hecho que viene representado por una balanza en la que aparece, erecta, una doncella en uno de sus platos y, en el otro, un montón de oro (eso indica que, en mi pueblo, la gente de entonces, era rica, veta que explotó muy bien el moro). De donde se dice, es lo fácil, que es de ahí de donde recibe su nombre mi Villa de nacimiento. Pero, no. Mi villa es muy anterior al hecho de que el bueno de Viriato trajera de cabeza a los romanos por aquellos lugares y mucho antes de que lo hicieran las huestes moras con Tarik al frente, pues es sabido que la provincia romana de la Lusitania tenía su frontera con la de la Hispania, en los aledaños de mi Villa. Así, pues, mi Villa  rivaliza, si no gana, en antigüedad a los Deutones caudetanos.

P. Alfonso Herrera. Carmelita.

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