LA FIESTA SIGUE.
La fotografía muestra el aspecto que tenía, ayer por la
tarde, el templo parroquial de Santa Teresa de esta villa marinera de El Campello,
toda una explosión de colores, todo un jardín florido, todo el fruto de una
ofrenda floral que hicieran en el día de antes de ayer, en el día grande de la
Fiesta, las gentes del lugar a las sagradas imágenes de la Patrona de la villa,
LA VIRGEN MADRE DE LOS DESAMPARADOS y a la titular de la parroquia, SANTA
TERESA DE JESÚS, CARMELITA.
Los jardines colgantes de Babilonia, mandados plantar por el
segundo de los Nabucodonosores, en el
siglo VI a. de C., de los que nos han llegado noticias, se quedan chíquiticos,
meros aprendices florales de lo que, ayer tarde, contemplamos en la sencilla y
coqueta iglesia parroquial de El Campello.
Todo eran flores, además del lienzo floral compuesto por los
ramos ofrendados por las gentes de la villa, colgaban, desde pedestales,
capiteles de las columnas o desde cualquier saliente, incontables flores que
hacían del lugar una recreación de aquello que fuera el mundo cuando salió de
las manos de su Creador. Ni en el coqueto huerto del Cura de la vecina Elche
disfrutan de un ambiente, ni siquiera aproximado, al que ayer disfrutábamos en
lugar tan familiar como es el que nos depara la iglesia parroquial de Santa
Teresa de Él Campello. Miles de flores que, compitiendo, entre ellas por un
título en belleza, exhalaban, al alimón, las más suaves de sus fragancias
llenando el lugar con un embriagador perfume que todo y a todos, envolvía.
Titulo estas letras así: "LA FIESTA SIGUE".
Ciertamente la fiesta sigue porque el árbol de fuegos de artificio con el que las
gentes del lugar dan por terminadas las Fiestas Patronales, en modo alguno,
supone el broche de oro a las mismas ya que ellas siguen inmersas en la vida de
los villanos del lugar. Las fiestas patronales de Moros y Cristianos en honor
de la Virgen Madre de los Desamparados y también de su hija, la monja
carmelita, doctora de la Iglesia, poeta universal, patrona de los escritores
españoles, Teresa de Jesús, la Teresa de Ávila, tierra que, según un decir
viejo, un decir de antaño, lo es "de cantos y Santos", no terminan
con el chupinazo final, que dirían en mi pueblo, porque ese chupinazo no apaga
sino que enciende un tiempo de preparación de las próximas que van viviéndose en el transcurrir del
tiempo que lleva, en volandas, a los campellanos hasta la celebración, por todo
lo alto, de unas nuevas Fiestas Patronales de Moros y Cristianos en honor de la
Madre de los Desamparados y de Santa Teresa de Jesús, Carmelita, al año
siguiente.
Recibe mi saludo, mis
¡¡¡BUENOS DÍAS!!!
17.10.2023. Martes. (1.700)
P. Alfonso Herrera. Carmelita.
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