jueves, 9 de noviembre de 2023

Reguero de Luz

ESTAMPA CAUDETANA.

REGUERO DE LUZ

.Volví a transitar ayer tarde por donde lo hiciera el día anterior. La claridad que sigue al sol cuando se deja caer  desde nuestro hemisferio al Austral,  había desaparecido como por ensalmo cuando entraba en el Paseo de la Virgen de Gracia. La luna seguía ausente cargando batería. 

Según bajaba hacia la Glorieta de la Cruz, observé por encima de la carpa de deportes del colegio Amor de Dios, a un lucero que había puesto un botoncito de luz en la negra levita de la noche sideral.

Quince minutos después ya comenzaba a enfilar la Avda. de las Jornetas, después de haber dejado atrás a la Glorieta de la Cruz donde había saludado a la Virgen de Gracia, Patrona de la Real Villa de Caudete, cuya imagen, esculpida en piedra, se encontraba muy difusa por la oscuridad reinante. Sobre la bóveda celeste se recortaba tenuemente la sierra Alácera toda ella negra, como negra era la noche, presentando una figura fantasmagórica que contrastaba con la Avenida de Las Jornetas, toda ella iluminada, que semejaba a un REGUERO DE LUZ encauzado por la industria humana. 

Nadie subía Avenida arriba y nadie bajaba Avenida abajo, sólo yo en la larga subida, como el día anterior, camino de Santa Catalina. Ayer no tañía, todavía, la campana grande, "la Santa Catalina", porque, la manecilla más larga, la de los minutos del reloj, tenía por delante 14 minutos hasta llegar a las 19,00 horas en punto.

Sí, la Avda. de Las Jornetas parecíame un REGUERO DE LUZ que tenía por venero, en todo lo más alto de la Villa, allí donde asienta sus reales, la ermita dedicada a Santa Ana que, durante cinco siglos, fuera la mezquita de aquellos que se habían asentado en la zona a las órdenes de un jefe moro llamado Tarik y, que a su vez, y con anterioridad al establecimiento moro, fuera el lugar de encuentro con Dios de la gentes primigenias sometidas por el moro. 

Así pensaba yo cuando emprendía la subida por la avenida:

La luz viene de lo alto, la luz viene de Dios por medio de aquellos que le son afectos y de ello es símbolo el REGUERO DE LUZ que baja, cada noche, desde la ermita de Santa Ana, en la cúspide de la Villa, hasta extinguirse, más allá de los linderos de la población, dando paso a la oscura quietud que reina en los campos del extrarradio.

Recibe mi saludo, mis

¡¡¡BUENOS DÍAS!!!

9.10.2023. Jueves (C.1.713)

P. Alfonso Herrera. Carmelita.

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