ESTAMPA CAUDETANA.
EL SIGNO.
Podía haber empleado, como SIGNO propio del día que celebramos ayer, una fotografía del claustro barroco toscano del convento de San José, lugar emblemático, en el momento en que un servidor oficiaba la bendición de los ramos con los que íbamos a procesionar quienes nos habíamos dado cita en torno a la fuente que se levanta en el mismo centro del claustro monacal, hasta la iglesia. Pero no cuento con ella porque nadie la obtuvo en aquel preciso momento.
Fue por la tarde cuando me di de bruces con él, con el SIGNO, al entrar en la iglesia del monasterio de las monjas Carmelitas de Clausura.
Iba, como cada domingo, para cerrar el Manifiesto tras haber sido adorado Jesús Sacramentado, por las monjas y por los fieles que se les unieron en ese acto entrañable para con el Señor expuesto en el viril de la custodia.
La imagen es elocuente. Dos palmas, seguramente obtenidas en alguna palmera que crece en la huerta del monasterio, forman un arco sobre el arca, sobre el sagrario, donde permanece con nosotros el Señor. Y, también, enmarcan las palmas, de maravilla, la custodia donde se encuentra expuesto el Señor.
Ayer fue DOMINGO DE RAMOS y dos son las palmas con las que, las monjas acompañaron, litúrgicamente, al Señor en su subida y llegada a Jerusalén. Y esas palmas son las que le dan guardia en su templo.
Ese es el elemento del que me sirvo hoy para hacerte llegar mi saludo, el SIGNO por excelencia del DOMINGO DE RAMOS, puerta de la Semana Santa porque fue uno de los elementos de los que se sirvieron los que acompañaron y vitorearon al Señor en su entrada en Jerusalén para celebrar la Pascua, su propia Pascua, la PASCUA con mayúscula, "su paso de la muerte a la vida", con el que restablecerá la unión del ser humano con Dios, no la de los judíos que rememoraba la liberación de la esclavitud que sufrieron en Egipto durante cuatrocientos años y que, a la postre, iba a ser la que precipitó los acontecimientos que levantarían a Jesús en la Cruz.
Muy
¡¡¡BUENOS DÍAS!!!
25.3.2024.Lunes. (C. 1.846)
Nota. Otros acontecimientos tuvieron lugar en el día de ayer. De ellos me serviré para saludarte otro día.
P. Alfonso Herrera. Carmelita.
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