sábado, 3 de agosto de 2024

Blancanieves.

ESTAMPA CAUDETANA. 

BLANCANIEVES.

No sé si ha sido proclamada, por las autoridades competentes de la nación, la prohibición de hablar sobre los cuentos de nuestra infancia entre los que se encontra el incomparable e irrepetible BLANCANIEVES Y LOS SIETE ENANITOS, porque desde ciertas instancias de pensamiento políticas se ha visto en ellos ciertas tendencias machistas. Por lo que se pedía que no se emplearan  en la educación de los niños. 

¡Qué pena!

No sé si habrá prosperado ese planteamiento surgido en mentes perdidas en el bosque de las ideas, muy contrario a aquel otro bosque en el que Blancanieves fue llevada por su madrastra y allí abandonada y que, descubierta por siete enanitos, fue conducida a su casa donde la cuidaron y la salvaron del acecho de cualquier peligro, el principal de ellos el que albergaba en su corazón su madrastra, la segunda esposa de su padre. 

Blancanieves encontró en la guarida de los siete enanicos el lugar donde ella fue feliz porque pudo ofrecerse a sí misma en la atención y cuidado del ámbito donde aquellos vivían y de los mismos enanicos para ser despertada del sopor de la muerte por un príncipe que acertó a pasar por aquel lugar. 

Los hermanos Grimm fueron capaces de dar forma de cuento a las noticias de hechos no muy lejanos a ellos que tuvieron lugar en la zona conocida como la Franconia Alemana: 

María Sophia Margaretha Catharina von Erthal, nacida el 5 de Junio de 1725, hija de Philipp Christoph von Erthal, condestable del electorado de Maguncia, en el pueblo de Lohr, que casó en segundas nupcias con el Claudia Elizabeth María von Benningen que no tragaba, ni tanto así, a la hija de su marido a su hijastra, María Sofía porque era bellísima y no aguantaba que la hiciera competencia alguna por la riqueza de sus dones naturales.

Puede que también se sirvieran de las noticias históricas que llegaban desde el siglo XVI acerca del acontecer de la

condesa Margaretha von Waldeck, que vivió en la primera mitad de aquel siglo , hija de Felipe, cuarto conde de Waldeck, cuya segunda esposa, Katharina von Hatzfeld, se las hizo pasar moradas a su hijastra, privándola del trato con su padre. 

En ambas historias encontramos una relación con España. En la primera, por emplearse en la construcción de el gran espejo que regalara Philip a su segunda esposa se emplearon materiales del lugar pero también emplearon en su fabricación el carbonato sódico conocido como Ceniza de Sosa que era importado de Alicante, en las orillas del Mediterráneo español. 

En la segunda porque la joven princesa Margaritha tuvo un idilio con el rey español Felipe II en la corte de Bruselas, con ocasión de su viaje por Europa, cosa que fue muy mal vista por los nobles españoles ya que, a la sazón, el rey estaba casado. Razón por la cual la envenenaron cuando solo contaba veintiún años de edad. 

Ese cuento de los hermanos Green, sacado de los estrictos márgenes de la historia, se encuentra de modo plástico, en el jardín del último de los chalets de la avenida de las Jornetas, antes de llegar a la avenida de la Libertad, eso sí, sin contar las dos últimas casas edificadas con elementos prefabricados. 

Da gloria  ver la puesta en escena del cuento de Blancanieves de la que yo me he apropiado para mostraártelo a ti.

Como puedes ver, ahí está Blancanieves y dos de los enanitos, que ese día no fueron a grabajar a las estrechas galerías de las minas de hierro del lugar porque, según las afirmaciones que hace el historiador, en aquellos tiempos se empleaban a los niños en la extracción de los minerales de plata y cobre de aquella zona de la Franconia Alemana, y, los que componen el cuento, los identifican con enanitos. 

El cuidado y muy digna preparación de la disposición plástica del cuento de Blancanieves, nos habla del buen gusto que tienen los habitantes de la casa, pues  sitúan las estatuillas de la protagonista y dos de sus salvadores en un lugar eminentemente boscoso remedando la situación a la que fue a parar la buena de Blancanieves, tras dejar atrás las siete colinas para llegar al bosque donde tenía la entrada aquella mina donde trabajaban desde su más tierna infancia los niños del lugar.

Recibe mi saludo, mis


¡¡¡BUENOS DÍAS!!!

3.8.2024. Sábado. (C.1.972)

P. Alfonso Herrera. Carmelita.

Nota. Las noticias históricas que indujeron a los hermanos Grimm a componer el cuento de Blancanieves, las he tomado de Wikipedia.

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