"Para vestir a unos hay que desnudar a otros".

ESTAMPA CAUDETANA. 

"PARA VESTIR A UNOS HAY QUE DESNUDAR A OTROS".

Esta semana me toca atender a la liturgia eucarística en la parroquia de Santa Catalina y, cuando esto acontece, ya te lo he dicho en otras ocasiones, suelo dar una vuelta para darles que hacer a mis piernas por recomendación perentoria de mí facultativo almanseña.

Salgo un rato antes de casa y enfilo por la Avenida de la Virgen de Gracia hacia abajo. Si voy bien y tengo tiempo, llego hasta la Glorieta de la Cruz y, si no, acorto por Concha Espina o por cualquiera de las otras dos que la siguen, de cuyos nombres no me acuerdo.

Pues, bien, ayer hice ese paseo y, al hacerlo descubrí la faena que le han hecho  al Hibisco Siríaco que destaca su figura contra la pared blanca del muro que separa el huerto de las Madres Carmelitas de clausura de la Avenida.

No hace mucho tiempo te hablaba de lo guapo que se estaba poniendo tras el duro castigo a que fue sometido por los agentes de parques y jardines en el tiempo de poda y cómo se había adornado con muchas flores. Y, al contemplarle hoy, se me vino el alma a las zapatillas porque algún desalmado lo ha destrozado vivo. Se ha metido a saco con él destrozándole su hermosa copa, todo su centro dejando algunas varetas, aquellas que están más cerca del muro de las monjas y alguna otra por su periferia. Pero lo que es su cogollo, el centro, lo han dejado ralo, esquilmado. Y de ahí el título que pongo a estas letras:"PARA VESTIR A UNOS HAY QUE DESNUDAR A OTROS" Y eso es lo que ha llevado a efecto, no quiero pensar otra cosa, una mano tronchadora, y digo tronchadora, porque ha tronchado las varetas floridas que daban prestancia y hermosura al Hibisco Siríaco que lucía guapo a la vera de la Avenida de la Virgen de Gracia, con el fin, seguramente, de emplearlas para adornar su casa puestas en un florero. 

De ahí el título: PARA "VESTIR" AL FLORERO DE UNA CASA HAN TENIDO QUE "DESNUDAR" DE SUS HERMOSAS VARETAS, LLENAS DE FLORES, AL HIBISCO QUE SE OFRECE GENTILMENTE PARA EL GOZO Y DISFRUTE DE AQUELLOS QUE, AL PASEAR, LO CONTEMPLAN, como ha sido siempre mi caso. 

Sí, cuando lo vi ayer por la tarde, se me vino el alma a los pies. 

No le deseo mal alguno al que hizo semejante felonía, solo que piense un poco y recapacite. Y, eso, sí, que haya gozado un montón contemplando las varetas floridas del Hibisco Siríaco dando realce a una pieza noble de su casa.

Recibe mi saludo, mis

¡¡¡BUENOS DÍAS!!!

13.9.2024. Viernes. (C.2.011)

P. Alfonso Herrera. Carmelita.

Pd. Espero que a sus dos congéneres que le ganan en hermosura y que lucen guapísimos en el jardincito que hay en la calle de San Joaquín, no les haya pasado lo mismo