viernes, 25 de octubre de 2024

Ipomoea Pupúrea.

ESTAMPA CAUDETANA.

IPOMOEA PURPUREA

Este tiempo de atrás paseaba yo por la Avenida de la Virgen de Gracia y, al acercarme  a la Glorieta de la Cruz, observé, en el arriate de la izquierda que, pegadita a la tierra, sin duda alguna a causa de la fuerte riada que había caído con  anterioridad, se encontraba una plantita que me llamó la atención. Ni corto ni perezoso, me agaché con la intención de sacarla de la situación en la cual se encontraba pero, al hacerlo, se vino conmigo porque su raicilla no había profundizado lo suficiente, se encontraba superficialmente, y la tierra en la que germinó su semilla, estaba muy blandita por el agua caída  anteriormente. No la tiré. La introduje en el bolsillo de mi camisa y se vino conmigo a casa. La trasplanté a una de mis jardineras en la que crecen unas grasas carnosas. 

Fue muy bien acogida en su compañía y sin hacerse ascos ni aquellas a ésta ni ésta a aquellas, fue extendiendo sus ramitas finas buscando apoyo en sus vecinas de jardinera desde las que fue elevándose hasta que ya no encontró más guía y entonces se dejó caer indolentemente jardinera abajo de modo que, al hacerlo, ha formado una cortinilla con la que viene a ocultar el hueco que deja la mesa de carpintero sobre la cual se encontra situada la jardinera. 

Ya se ha hecho grande y como agradecimiento me ha obsequiado con esas verdaderas preciosidades que son sus flores que, según he leído en Wikipedia, suele llamársela popularmente en su tierra originaria de Centroamérica con los nombres de: Gloria de la Mañana, Manto de María, Don Diego de Día, Campanilla  Azul o Morada y Quiebraplatos entre otros.

Ya te he dicho que me la encontré en la Avenida de la Virgen de Gracia, allí donde esta está a punto de partir en dos la Glorieta de la Cruz, en una situación verdaderamente calamitosa. Por lo que no me fue menester viajar hasta México o cualquiera de los países centroamericanos, para hacerme con ella. Más bien ella se vino a conquistar España y, luego, Europa, después de que América fuera conquistada por los españoles. Y lo hizo sin encontrar oposición alguna, es más, se ganó la simpatía y el favor de las gentes que vivían por aquel entonces en la vieja Europa. Y, los, quinientos años después, la tenemos tapizando jardines, haciendo cortinas colgantes en las fachadas de las casas, constituyendo celosías en las vallas separando de la curiosidad ajena, la intimidad de las viviendas.

Tengo que reconocer que, el agua enriquecida por el magnesio que en ella dejó la cáscara de plátano al cocer, la ha enriquecido como ha enriquecido a sus vecinas  grasas con las que comparte espacio, alegrando, a la vez que ocultanfo ese rincón en el que deposito tiestos y "achiperres" del jardín.

Hoy te lleva mi saludo esta ALEGRÍA DE LA MAÑANA, como la llaman en las tierras americanas, LA CAMPANILLA AZUL O MORADA, como la llamamos en la tierra conquistada por ella, y mis


¡¡¡BUENOS DÍAS!!!

25.10.2024. Viernes. (C. 2.042)

P. Alfonso Herrera. Carmeñita.

No hay comentarios:

Publicar un comentario