miércoles, 6 de noviembre de 2024

Todavía es tiempo de merecer.

ESTAMPA CAUDETANA.

TODAVÍA ES TIEMPO DE MERECER.

SÍ, TIEMPO DE MERECER, y así nos lo demuestra el hibisco que se ha sacado, desde la profundidad de su mismicidad, esa flor, esa preciosa joya, que tenía escondida y que había estado gestando durante toda la primavera y durante todo el verano y ya metida en todo lo alto del otoño, cuando la naturaleza y ella misma están acomodándose para pasar el invierno, quizá obligada por estas temperaturas que son impensables cuando nos encontramos en caída libre hacia el ¿crudo? invierno, y que, no obstante, tidavía hoy disfrutamos, se ha visto impelida a asomarse al mundo y, si quiera sea por el corto espacio de un día, porque eso es lo que dura esa maravilla, se asoma al medio para adornarlo, como ningún florista puede hacerlo, y disfrutar porque el hibisco, como todo ser viviente, está dotado para ello, viendo como disfrutan aquellos que la contemplan, como yo, como tú,  porque es ella la que hoy te lleva mi saludo, mis


¡¡¡BUENOS DÍAS!!!

5.11.2024. Martes. (C. 2.053).

P. Alfonso Herrera. Carmelita.

Pd. Soy del parecer, creo firmemente, que, no tardando mucho, las zonas bataqueadas salvajemente por el turbión de agua y barro que se ha abatido sobre algunas zonas de nuestro suelo patrio, como en Letur, en Castilla La Mancha, y sobre más de medio centenar de poblaciones en la vecina autonomía de Valencia, la semana pasada, volverá a estar ornamentada por una naturaleza que no se arredra por ninguna de las exigencias que lleva consigo su desarrollo, su crecimiento, por duro que sea y se presente.

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