ESTAMPA CAUDETANA.
JUEVES SANTO.
Ayer fue Jueves Santo, primero de los tres días que encierran en sí los grandes misterios de nuestra salvación.
A media tarde, en los distintos lugares de culto de la Real Villa de Caudete, tuvo lugar LA CENA DEL SEÑOR.
La liturgia del día nos hablaba del vínculo íntimo entre la Eucaristía y el amor cristiano manifestado en el servicio mutuo. Constituyendo una llama de atención acerca de que Cristo está presente no solo en la Eucaristía sino también en los actos amorosos ofrecidos a los otros a través de nuestra persona. Hacemos presente realmente a Jesús en cada sonrisa, en cada palabra amable y en cada acción amorosa, pues en eso consiste el mandato de Jesús de "amarnos los unos a los otros".
Al finalizar la liturgia eucarística de la Cena del Señor tuvo lugar la procesión con el Santísimo hasta el monumento o lugar apto donde ha de permanecer a la espera de entregársenos en el día de mañana, por hoy, en comunión porque el Viernes Santo no se celebra la Eucaristía. Iniciándose así un tiempo para la adoración al Santísimo Sacramento que concluirá con el inicio de la liturgia de la Pasión del Señor en el día de hoy.
Se adorna profusamente el monumento o el sagrario donde permanece Jesús Sacramentado e incluso no falta, como símbolo eucarístico, un pan y una jarra de vino, que constituyen la base de la alimentación del ser humano en la cuenca del Mediterráneo.
Después que concluí yo la liturgia en la parroquia de San Francisco con la reserva del Santísimo y de permanecer un rato en adoración, marché a hacerle una visita en la iglesia del monasterio de las Madres Carmelitas de clausura. No tenían monumento. El Señor permanece en el sagrario como aconteciera en la parroquia de San Francisco y también en la de Santa Catalina, eso sí, profusamente adornados e iluminados.
Me llamó poderosamente la atención el simbolismo que yacía a los pies del altar en la iglesia del monasterio de las Madres Carmelitas.
Me llamó la atención porque las manos diligentes que prepararon el adorno cumplieron, a rajatabla, el mensaje bíblico que les transmitía, después de reflexionar en él como haría la hermana de ellas, Santa Teresa de Jesús, sobre la liturgia de la Palabra del día. LA EUCARISTÍA TENÍA SU INSTITUCIÓN SOBRE LA CELEBRACIÓN FESTIVA DE LA PASCUA JUDÍA. Allí estaba la Biblia, Palabra revelada, que nos trae el cómo y la manera de celebrar el pueblo judío la Pascua de Liberación de la esclavitud de Egipto. Allí había una Menorá judía, símbolo de la sabiduría divina que no es otra cosa que un candelabro de siete brazos con siete luminarias, la central de las cuales, sería Dios y las otras seis corresponden a las fuentes de la sabiduría que está en Dios en la que prende la de los seres humanos por lo que los brazos a un lado y a otro del central, que representa a Dios, se encuentran inclinados hacia él.
También tiene una kipá, que no es otra cosa que ese gorrito (cúpula) que se ponen en la cabeza los hombres judíos como signo de respeto a Dios. Todo ello como ámbito, receptáculo, dentro del cual se desarrolla la PASCUA DE JESÚS, SU ÚLTIMA CENA CON SUS DISCÍPULOS EN LA QUE INSTITUYE LA EUCARISTÍA Y EL SACERDOCIO MINISTERIAL. Y allí se encuentra la jarra y la toalla de las que se servirá Jesús para lavar los pies a sus discípulos indicándoles que Él no ha venido a ser Señor, aunque lo es, sino servidor de ellos y recomendándoles a ellos que hagan lo mismo con sus hermanos, que estén dispuestos a echarles una mano en lo que necesitaren. Allí se encuentra también un copón que nos indicaba claramente ese misterio a través del cual Jesús se queda con nosotros, que no se marcha definitivamente de con nosotros sino que se queda, con nosotros, hasta el final de los tiempos bajo la especie del Pan y del Vino Eucarísticos. Y allí se encuentraba una corona de espinas que semeja a aquella de espino blanco del país del que se sirvieron para confeccionar el casquete o corona que le enfundaron a Jesús en su cabeza y que no tiene otro significado que el de ser rey coronado en el momento de su entrega por sus hermanos los hombres según consta en la causa de su ajusticiamiento en la cruz: "JESÚS EL NAZARENO, REY DE LOS JUDÍOS".
Cristo constituido en Gozne que une ambos Testamentos.
Y por la noche, a las 22,30 horas, la impresionante PROCESIÓN DEL SILENCIO.
Se dieron cita en la Plaza de la Iglesia las cofradías y hermandades que habrían de procesionar delante de la Sagrada Imagen de NUESTRO PADRE JESÚS DE LA GRAN MISERICORDIA.
Pasaban unos minutos de la hora fijada cuando unos sonoros golpes en la puerta del templo parroquial de Santa Catalina emulaban aquel encuentro de Judas al frente del destacamento de la guardia del templo que acudía al Huerto de los Olivos para prender a Jesús. Siguió el desfile de Cofradías y Hermandades delante de la Sagrada Imagen dando, así, comienzo a la procesión que discurrió por el camino acostumbrado por las calles de la Villa.
La noche estaba despejada. Por entre el hueco que dejaban las paredes de las casas veíanse las estrellas tachonando el profundo cielo. En las aceras a un lado y a otro de las calles por donde discurría la procesión, hileras de gentes de pie o, en su caso, sentados en los quicios de las puertas o, simplemente, apoyados en las paredes, muchos de ellos grabando o sacando fotografías con su telefonillo a la impresionante figura NUESTRO PADRE JESÚS DE LA GRAN MISERICORDIA, asistían en riguroso silencio a su paso. De vez en cuando, desde lo alto de la torre de la parroquia de Santa Catalina caían en medio de la noche sobre los procesionistas y las gentes quietas en aceras y plazas, el ronroneo seco y monótono de una potente carraca.
No hacía frío, sólo el airecillo que se movía por entre las calles, como un cofrade más, daba la sensación de frío. Pero, no, los grados en los termómetros digitales de la farmacia existente en la plaza Nuestra Señora del Carmen, cuando ya llevábamos media hora del Viernes Santo, marcaban 17°.
El tiempo acompañó la catequesis evangélica que ponía plasticidad a lo largo del itinerario por las calles de la Villa en torno a aquel momento de la vida de Jesús en que fuera prendido en el Huerto de los Olivos en Getsemaní y bajado hasta las mazmorras del templo donde permanecería a la espera de que se abriera juicio contra Él por haberse proclamado HIJO DE DIOS.
Recibe mi saludo, mis
¡¡¡BUENOS DÍAS!!!
18.4.2025. VIERNES SANTO. (C. 2.208).
P. Alfonso Herrera. Carmelita.
Padre Alfonso .uy bien descrito todo, y lo de las monjitas Carmelitas un detalle que yo no había visto nunca, pero me queda una duda, que es.? Cristo constituido en Gozne que une ambos Testamentos, que quiere decir esta frase, explíqueme, cuando pueda, gracias
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