ESTAMPA CAUDETANA.
LA ESPERANZA, FIEL ACOMPAÑANTE DE LA FE, NO DEFRAUDA.
como despedida, después de haber celebrado LA PASIÓN DEL SEÑOR el pasado Viernes Santo, recomendaba a los fieles asistentes que, como acontece entre nosotros cuando algún familiar o amigo o vecino fallece, que nos hacemos presentes junto a sus deudos para transmitirles nuestras condolencias, para darles el pésame, podíamos hacer nosotros con la Madre del Señor, acercarnos hasta su ermita y, allí mantener un coloquio, una charreta, con nuestra Madre y Patrona la Virgen de Gracia, para compartir con Ella el dolor de la susencia.
Y, lo que recomendara a los fieles, hice yo. En la tarde de ayer Sábado Santo, me llegué hasta la ermita-santuario de Ella para estar un ratico allí, con Ella. Cuando llegué la soledad era total. Nadie se encontraba en el templo. Luego, durante el tiempo de mi estancia, sí que fueron llegando fieles a saludar a la Madre y Patrona.
No te oculto que bajaba Avenida de la Virgen abajo pensando que las camareras tendrían vestida de luto riguroso, de acuerdo con el tiempo litúrgico y, sobre todo, en ese día de SOLEDAD ABSOLUTA porque le habían arrancado al Hijo de sus entrañas. Cavilaba yo que crespones negros caerían cubriéndole la cara a la preciosa Imagen.
¡Qué equivocado estaba!
Al entrar y posar la mirada en Ella, la vi, preciosa, ataviada con el hato propio de las grandes solemnidades como la vemos por las fiestas Patronales. Y, entonces, todo me vino rodado.
Nadie, y, al decir nadie, me estoy refiriendo a todos sus íntimos, creían que lo acontecido a su Señor iba a tener solución, final feliz. Ella, sin embargo, sí que dió crédito a sus palabras:
"el Hijo del Hombre será condenado a muerte, pero al tercer día resucitará". (Lucas 24,7-31)
Y así la vi. Vi a una mujer, a una Madre, a una fiel Discípula a la espera de su Hijo resucitado de entre los muertos, a la espera de Dios. Toda Ella engalanada, como no podía ser de otra manera, para fundirse en un abrazo inenarrable, un abrazo pleno, total, un abrazo a pecho abierto, un abrazo de Corazón a Corazón, un abrazo de Madre con el Hijo que vuelve de lejos, de más allá de la muerte, un abrazo con Dios.
Yo no sé si las camareras de la imagen de la Virgen de Gracia repararon en ello. Pero de lo que sí estoy seguro es de que Ella les fue inspirando:
"Eso, no. Yo no puedo recibir a mi Hijo con ese "zarrio. A mí, ponedme ese otro hato, el más lindo de los que cuelgan en ese armario, porque a quien voy a recibir es a MI HIJO que viene de lejos"
Y, ellas, no sé si consciente o inconscientemente, la engalanaron para la gran fiesta del REENCUENTRO.
Así estaba ELLA ayer por la tarde cuando bajé a su ermita-santusrio para hacerle patente mi condolencia. Así que vino a decirme quedamente:
" Pero ¿es que no eres consciente de que va a RESUCITAR?"
Y, sí, su confianza total, su ESPERANZA TOTAL, DE LA MANO DE LA FE, pegajosa ella, prendió en mi ánimo, espoleó mi fé y me abrió a la esprranza.
Recibe mi saludo, mis
¡¡¡BUENOS DÍAS!!!
20.4.2025. DOMINGO DE RESURRECCIÓN. ( C 2.210)
P. Alfonso Herrera. Carmelita.
PD. Me cuenta Paco Cantos Albertos, conocido como "el nieto de Bienvenido o el Molinero" que, hasta los años sesenta del siglo pasado tenía lugar, en la tarde del día de hoy, en esta Real Villa de Caudete, UNA MEDIA PROCESIÓN DE LA VIRGEN DEL ROSARIO que, saliendo de la parroquia de Santa Catalina, entraba en la Placeta de Manuel Gil para bajar por la calle Dean Martínez hasta la Avda. de la Virgen de Gracia, para entrar en la Plaza de la Iglesia, por la Lonja, y, así, finalizar en la parroquia. La otra mitad de la procesión tenía lugar el día 7 de octubre, día de su fiesta, de la que ha te dí noticias por entonces.
(La Virgen del Rosario procesionando en el día de LA RESURRECCIÓN DEL SEÑOR en la Avda. de la Virgen de Gracia)
Llevas razón Alfonso. Si nuestra fe fuera sólo una mismita parecida a la suya. Tendríamos que está gozosos de que su sacrificio tuviera los frutos tan maravillosos que hacen posible que podamos llegar algún día a gozar de El en esa CIUDAD DE LA ALEGRIA , sin penas mi dolores CIUDADA DE ETERNIDAD.
ResponderEliminarDe tu SI MARÍA NOS VIENE LA VIDA
Un fuerte abrazo amigo
Como dice, P.Alfonso, ella lo sabía lo que iba a acontecer, por eso se puso tan guapa, para ver a su hijo resucitado, si pensáramos en eso seríamos mejores personas y nos ayudariamos más unos a otros pero pensamos que no nos va a llegar la muerte nunca, rogamos Maria para que seamos como ella, y nos de La Fé que nos haga recapacitar
ResponderEliminar