jueves, 25 de septiembre de 2025

No fueron Fidias.

ESTAMPA CAUDETANA.

NO FUERON FIDIAS.

Posiblemente te preguntes qué pinta Fidias en una estampa caudetana. Fidias que vivió en el siglo VI antes de Cristo y fue el ojito derecho del tirano Pericles que le encargó, ni más ni menos, que la reconstrucción de la Acrópolis ateniense. Fidias que fue un escultor de tomo y lomo allí donde los hubiere. Hay que reconocer, y es verdad, que no nos han llegado o no se han identificado obras suyas esculpidas entre los años 470 y 420 que es el tiempo en el que desarrolla su quehacer escultórico. Él había sido preparado en sus años mocitos en una escuela de pintura. Pero lo que le iba al chaval no eran los pinceles sino los cinceles.

Si conocemos y nos podemos hacer idea de la perfección de su obra es debido a las referencias que sobre ellas hacen sus contemporáneos y quienes las contemplaron y que, según el decir de los entendidos, fueron copiadas en Occidente, en Roma, por otros escultores siempre, siempre, tratando de materializar el olimpo de los dioses, es decir, esculpiendo deidades.

Se cuenta que las dos obras más famosas de Fidias fueron la Atenea del Partenón y la de Zeus realizadas en madera y chapadas en oro con incrustaciones de marfil. Nada de ellas nos ha llegado si no es una copia de Atenea que hoy se contempla en un museo.

Y para hacernos una idea del interés y lo concienzudo de su buen hacer para llegar a la perfección más sublime, tenemos que hacer caso a ese dicho que corre de la mano del tiempo y que, en mi caso, se lo escuché al profesor de arte que me diera clase en la Universidad de  Santander, el profesor Campuzano. 

"Se cuenta, decía el profesor Campuzano, que, encontrándose Fidias esculpiendo la cabellera del dios Zeus, o en su caso de la diosa Atenea, no recuerdo con certeza a cual de los dos nombró, un observador le dijo:

"Por qué te empeñas en poner tanto interés en esculpir la cabellera de la cabeza de la estatua si no la va a ver nadie".

A lo que Fidias contestó al necio observador:

 "Nadie como tú la verá, pero Dios sí que la ve. Por eso me esmero grandemente en esculpir su cabellera".

Eso no aconteció en la obra que ha sido llevada a efecto en la fachada de la casa frente a la cual se levanta el convento de San José (El Carmen) en esta Real Villa de Caudete. Dicha casa estaba abandonada y hace tiempo apareció un cartel en el que se ofrecía en venta. Dos días después de aparecer el cartel desapareció. Lo que dio a entender que alguien quiso hacer de la casa abandonada un objeto de inversión. Siguió así abandonadita del todo pero no hace mucho un par de albañiles se emplearon a fondo en la puesta de limpio de la fachada en aquella parte que ocupaba la planta baja y la primera. 

Se oyó decir que el Ilmo.Ayuntamiento había ordenado al nuevo dueño del inmueble que lo restaurara. También se oyó decir que el nuevo dueño lo que pretendió fue impedir que tomaran por asalto el inmueble desvencijado algunos ocupas. El caso es que no habría que pasar mucho tiempo cuando la casa apareció de la gisa que ves. Toda ella de un blanco impoluto, toda ella de una pieza salvo el hueco de la fuerza de madera cuyas gambas fueron unidas por una hermosa cadena, que por cierto, alguien intentó violentar

Y seguirás preguntándote qué tiene que ver todo eso con el famoso escultor griego de la época de Pericles, restaurador de la Acrópolis ateniense y escultor primoroso de obras de belleza inigualable, el tal FIDIAS. 

Pues ya te lo anunciaba yo un poco antes.

Los albañiles restauraron y dejaron impolutas la fachada de la planta baja y del primer piso habiendo tapiado, incluso, los balcones y ventanas para impedir cualquier incursión en su interior. PERO SE OLVIDARON DE RESTAURAR LO QUE NO  QUEDA A LA VISTA DEL VIANDANTE, SU PARTE ALTA LA FACHADA DEL ÁTICO PRECEDIDA DE UNA TERRACICA. 

Si el albañil hubiera sido aquel Fidias griego, con toda seguridad, también le hubiera restaurado la parte alta, el ático de la casa y su terracica porque, la verdad sea dicha, algo chirría, algo da grima en la obra por estar inconclusa. Y, sino, juzga tú mismo contemplando la fotografía que ilustra mis letricas 

Recibe mi saludo, mis 


¡¡¡BUENOS DÍAS!!!

25.9.2025. Jueves. (C.2.351).

P. Alfonso Herrera. Carmelita.

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