viernes, 16 de febrero de 2018

ESTAMPA CAUDETANA. El Termómetro de la Farmacia



ESTAMPA CAUDETANA.
EL TERMÓMETRO DE LA FARMACIA.

Tras haber concluido la  celebración de la Eucaristía en la parroquia de San Francisco me acerque a casa de unos ancianos a los que llevo la Eucaristía cada 8 días y, luego, antes de volver a casa, decidí dar un paseo. Me sobraba el tres cuartos que llevaba encima, la bufanda, regalo de Reyes, e incluso la gorra a lo «Chanquete». No obstante ¡me obligué! a dar el paseo.
Llegué hasta lo que aquí, en el pueblo, llaman la cruz donde, en un jardincico, le ha erigido este pueblo una imagen de LA VIRGEN DE GRACIA, esculpida en piedra, contempla el ir y venir de sus hijos, los que van a hacer deporte en la ciudad  deportiva del pueblo que tiene por nombre el de un atleta del pueblo, Antonio Amorós, que descolló en las pistas europeas de atletismo. Otros asisten a sus clases en el vecino IES o, simplemente, a las gentes que pasean por el camino que conduce, precisamente, al santuario donde se venera su imagen.

El punto del paseo al que se conoce como LA CRUZ, se encuentra en la mitad del camino que une al pueblo con el Santuario de LA VIRGEN DE GRACIA.

Di el paseo. A la vuelta ya en el inicio de la calle Corona de Aragón, el reloj digital de la cruz verde que anunciaba un local de farmacia, me confirma lo que el cuerpo, arropado con prendas de invierno, me estaba gritando dentro. En el símbolo luminoso de color verde esmeralda estaba teniendo un baile de dos  guarismos, el 16 y el 15. Diríase que ambos disputaban acerca de cuál de ellos permanecía más tiempo informando acerca de la temperatura ambiental del momento. La manecilla corta del reloj estaba posada en el número 8 y la larga iba buscando la mitad de la esfera. Por lo tanto, desde hacía bastante tiempo ya era noche cerrada.
La temperatura era, esta tarde el tema de todas las conversaciones.

Cuando enfilaba la calle Padre Fray Elías Requena, dejando atrás la calle Corona de Aragón, en el termómetro digital luminoso de la farmacia del número 1 de la calle, seguían bailando los guarismos 16 y  15. Muchos grados para el invierno caudetano. Ya te digo, me sobraba toda prenda de abrigo.

Así de templado marcha, a pecho descubierto, mi saludo, mis

         ¡¡¡¡¡¡BUENOS DÍAS!!!!!!
16.2.2018 Viernes. P. Alfonso Herrera. O. C.

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