ESTAMPA CAUDETANA.
LA FAMILIA CARMELITA.
LA FAMILIA CARMELITA.
Entre nosotros, los carmelitas, solemos tener encuentros frecuentes para confraternizar, para poner en práctica el CARISMA DEL CARMELO: «Contemplación, Fraternidad y Compromiso con la Acción».
Pues bien, el sábado se dieron cita en CAUDETE los miembros laicos de la Familia del Carmelo de la zona de Levante. Fueron recibidos por La Comunidad del CONVENTO DE SAN JOSÉ. El P. Superior dio la bienvenida a los miembros de las distintas comunidades llegados hasta aquí desde Villarreal de los Infantes, desde Murcia capital, desde Albacete capital que vinieron acompañados por el Rvdo. Don Juan Contreras, consejero religioso de la comunidad, desde Beniaján a los que se unieron los del pueblo. Los actos programados comenzaron en nuestra iglesia conventual del Carmen. El P. Leonel disertó en torno a la egregia figura del carmelita mártir holandés Beato P. TITO BRANDSMA. Rector que fuera de la Universidad de Nimega y periodista. Cuando el nazismo, promovido por aquel monstruo que fue para la humanidad lo que un melanoma cancerígeno a la piel del ser humano, combatió a «brazo partido» las perniciosísimas ideas nazis y el daño que estaba produciendo desde las aulas de la Universidad y desde las páginas de los más media del momento.
Con la invasión de Holanda por los nazis, el primero que fue llevado a un campo de exterminio fue ese «frailecito peligroso», como dieron en llamarle las huestes nazis. Encarcelaron su cuerpo, no su espíritu y su GRAN VERDAD. Trataron por todos los medios de minar su moral, su temple. No pudieron. Le utilizaron como campo de experimentación médica y, no pudieron. Le ataron con cadenas a la puerta del despacho del comandante del campo y le obligaron a ladrar cuando alguien entraba o salía. Y no le doblegaron. El BEATO P. TITO era más fuerte que espada toledana y el temple para formarle no se alcanzaba en altos hornos de fundición. Estaba templado por el fuego del Espíritu Divino. Y contra eso, nada podía hacer el nazismo, solo matar el cuerpo y, a esos no había que temerlos, decía Jesús. A quienes había que temer, seguía diciendo Jesús, es a aquellos que podían matar el alma y, en esa lucha, nada tenían que hacer los nazis con el bueno del P. TITO.
Los nazis mataron, sí, con una inyección letal, su maltrecho cuerpo, pero no SU ALMA. No ha de pasar mucho tiempo antes de que Roma le otorgue el honor de ser reconocido como Santo.
En la conferencia el P. Leonel incidió de modo especial en otro aspecto de un buen discípulo de Cristo: «en el perdón» del que hizo gala aquel gran hombre, aquel gran carmelita, el Beato Tito Brandsma. Un fuerte aplauso puso el broche a la intervención del disertante P. Leonel.
Tras la intervención, el grupo, que andaba cerca del centenar miembros, se trasladaron al Monasterio de las Monjas Carmelitas de Clausura «las encerrás» que las llaman aquí, para celebrar la Eucaristía presidida por el P. David Oliver, carmelita. Concluida la misa tuvieron un encuentro fraterno con las monjas que acababan de elegir a una nueva Priora en la persona de LA MADRE JOSEFINA, natural de Caudete y sobrina del mártir del pueblo, el Beato P. Alberto Marco.
Nos dieron muy bien de comer en el restaurante «Los naranjos».
No podía faltar en un encuentro de la FAMILIA CARMELITA la visita al Santuario de La Virgen de gracia junto al cual, allá por el siglo XVI, vinimos a insertarnos, extramuros del pueblo, LOS CARMELITAS.
Lourdes, la guardesa del Santuario, les hizo de cicerone explicándoles pormenorizadamente todo lo referente al Santuario y a las imágenes de La Virgen de Gracia y de San Blas.
Concluido el día de confraternización de las distintas comunidades laicas de carmelitas, se retiraron del pueblo volviendo a sus lugares de origen muy contentos.
También sale de Caudete para encontrarse contigo, mi saludo, mis
¡¡¡¡¡¡BUENOS DÍAS!!!!!!
18.6.2018. Lunes. P. Alfonso Herrera, Orden Carmelitana
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