ESTAMPA CAUDETANA.
LOS LILIUMS DE SAN FRANCISCO.
LOS LILIUMS DE SAN FRANCISCO.
Para el Señor, LOS PRIMEROS, me decía Feli(ciana), los siguientes los cortaré para mi nuera. Y allí están exhalando su aroma ante el SEÑOR en el sagrario donde aguarda la visita de sus hermanos los hombres para ese encuentro de tú a tú con Él en un clima cercano, de paz, de oración, pues eso es orar.
«Las he cortado «eso» porque tienen una cosa que tizna y mancha aquello que la toca o el mantel cuando caen de la flor a los mantelitos del altar», me decía la buena de Feli.
Ahí iba a consentir ella que le mancharán los manteles y paños del altar los estambres que se desprenden de las flores cargaditos de polen, «con lo mal que sale luego la mancha», apostrofaba Feli. Así que «a grandes males... grandes remedios», que afirma el dicho. Y, así, sin más, de un tijeretazo se cargó todos los androceos de las flores. Vamos que se parecen un tanto al gobierno que juró cargos el otro día: ¿machos...?, una nimiedad. ¿Hembras?, casi la totalidad. Pues como las flores primeras que salieron en el jardín de Feli que antes de que lucieran en el florero ante el SANTÍSIMO, hizo desaparecer a los machos y dejó a las hembras, a los pistilos, con su ovario, estilo y estigma (el caza polen) que son limpias porque no manchan y que cuando son varios forman el gineceo.
Bien acompañado te va hoy mi saludo con los liliums de Feli sin estambres, solo con pistilos,
¡¡¡¡¡¡BUENOS DÍAS!!!!!!
12.6.2018. Martes. P. Alfonso Herrera, O. C.
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