HOJAS POR EL SUELO.
Cuando pasé por allí, el sol se había ido hacía tiempo. Con sus últimos
rayitos dejó encendidas lucecitas dentro de las bombillas del parque de
la Virgen y del paseo que lleva su nombre.
Volvía yo del Santuario de la Virgen de Gracia de pasar un ratico con la Madre de todo caudetano.
Desde lo profundo del parque llegaban hasta el paseo, hasta mí, el parloteo de gente joven que se encontraba consumiendo el día antes de presentarse en casa para dar buena cuenta de la cena que ya tendría preparada su madre o su padre, vete tú a saber. Al tratar de descubrir el lugar donde se encontraba muy a gusto la gente joven me apercibí de que, al otro lado de la valla, la que cierra el parque y le separa del paseo, el suelo estaba lleno de hojas. Era muy difícil no darse cuenta de la alfombra que habían tejido los árboles a su base y, sobre todo, no oír los gritos que pegaba el otoño llamando la atención de los poquitos que transitábamos a esa hora por las lindes del parque de la Virgen.
Sí, ya se nos ha colado de rondón el OTOÑO abriéndose paso entre las mantas de calor con que nos ha estado castigando el marimandón rubio del cielo. Y lo que nos ocurre a los humanos, aunque al revés, los árboles caducifolios, se están quitando el precioso vestido con el que salieron del invierno para lucirle, cual guapa modelo en pasarela, en primavera y verano, mientras que los humanos ya estamos sacando los avíos del armario para defendernos del fresco frío del inverno.
Antes de que se hielen las carreteras sale pitando en tu busca, mi saludo, mis
¡¡¡¡¡¡BUENOS DÍAS!!!!!!
5.10.2018. Viernes. P. Alfonso Herrera, O. C.
Volvía yo del Santuario de la Virgen de Gracia de pasar un ratico con la Madre de todo caudetano.
Desde lo profundo del parque llegaban hasta el paseo, hasta mí, el parloteo de gente joven que se encontraba consumiendo el día antes de presentarse en casa para dar buena cuenta de la cena que ya tendría preparada su madre o su padre, vete tú a saber. Al tratar de descubrir el lugar donde se encontraba muy a gusto la gente joven me apercibí de que, al otro lado de la valla, la que cierra el parque y le separa del paseo, el suelo estaba lleno de hojas. Era muy difícil no darse cuenta de la alfombra que habían tejido los árboles a su base y, sobre todo, no oír los gritos que pegaba el otoño llamando la atención de los poquitos que transitábamos a esa hora por las lindes del parque de la Virgen.
Sí, ya se nos ha colado de rondón el OTOÑO abriéndose paso entre las mantas de calor con que nos ha estado castigando el marimandón rubio del cielo. Y lo que nos ocurre a los humanos, aunque al revés, los árboles caducifolios, se están quitando el precioso vestido con el que salieron del invierno para lucirle, cual guapa modelo en pasarela, en primavera y verano, mientras que los humanos ya estamos sacando los avíos del armario para defendernos del fresco frío del inverno.
Antes de que se hielen las carreteras sale pitando en tu busca, mi saludo, mis
¡¡¡¡¡¡BUENOS DÍAS!!!!!!
5.10.2018. Viernes. P. Alfonso Herrera, O. C.
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