El Rincón del Callejón de las Campanas

ESTAMPA CAUDETANA.
EL RINCÓN DEL CALLEJÓN DE LAS CAMPANAS.

Hace frío. Tardó en llegar este año. Sí, se hizo remolón o, como quieras, se hizo de rogar. Pero "es lo que hay", "es el tiempo de su cosecha", me decía ayer por la tarde un lugareño con el paré a echar una parrafada. Pero mira, me apuntaba a su pelliza que se le acoplaba a las mil maravillas sobre el cuerpo de manera que la camiseta la camisa y el jersey hacían un todo con tres cámaras donde se quedaban unas capitas de aire entre ellas que guardaban el calorcico del cuerpo porque las tenía bien sujetas, desde fuera la pelliza forrada con verijas de lana que ya no necesitaba el cordero, porque pasó a mejor vida.
Cuando me dejé caer ayer tarde, al terminar la Eucaristía del octavo día de la novena en honor del DULCE NOMBRE DEL NIÑO JESÚS, por el callejón de las campanas porque era el camino más corto para llegarme a donde se requería mi presencia, entré en un espacio en el que, en calma chicha, se encontraba quietecito el frío. El alumbrado, tenue, parecía que se había colocado unas cortinillas finas, transparentes, ayudaban a experimentar una sensación de más frío. Hacía frío, sí. Vaya si lo hacía. Y gracias a que la quietud por falta de airecillo que lo llevara de un sitio a otro, no se portaba demasiado mal con este solitario viandante, conmigo. Cuando torcí a la izquierda, tras haber dejado atrás la calle de El Horno para salir a la calle Juan López (Juan López fue aquel pastorcico manco de Paracuellos de la Vega (Cuenca) que pasaba las invernadas con su rebaño por estos pagos  caudetanos y que fue agraciado por la aparición de la VIRGEN DE GRACIA, al que le hizo saber el lugar exacto de donde se encontraba oculta, desde hacía la friolera de siete siglos, su imagen y la de San Blas y otros elementos de culto y, como prueba de la veracidad de sus palabras, le consiguió de Dios el brazo que no tuvo nunca desde que fuera gestado por su madre) buscando la salida al Paseo de la Virgen, me di de bruces, de buenas a primeras, con aquel rincón que me obligaba a torcer a la derecha para bajar hasta la calle del partocico "incompleto" porque le faltaba un brazo y luego "enterico" por gracia de la Virgen.  En aquel momento no pude por menos que pararme a contemplar los balcones. Un me cachis, se me escapó del alma porque, enseguida vino a mi memoria la misma estampa, pero del verano pasado. Cualquier parecido... pura ilusión. Solo el recuerdo mantenía viva aquella rinconada llena de vida, pero de vida de colores. Jardineras en uno y otro balcón ofrendando a la Virgen de Caudete, LA DE GRACIA esmaltada en un "maní" (apócope de Manises, tierra de azulejería competidora con la zona que me viera nacer: Oropesa, Talavera, Puente del Arzobispo y Lagartera, en mi tierra diríamos azulejo), unos macizos de flores a cual más bonito.
¿Te acuerdas?
Una vez te di los BUENOS DÍAS CON EL RINCÓN FLORIDO Y LA VIRGEN DE GRACIA DESLUMBRANTE de GUAPA, todo agasajada con flores.
Hoy, cuando el frío está haciendo de las suyas, los que viven en las casas han puesto a buen recaudo las jardineras con sus plantas. Solo en uno de los balcones, el que está al ladito del "maní" de LA VIRGEN DE GRACIA aparece la figura del NIÑO JESÚS solico, imprimada en una especie de dosel de lo que, a mí, me parece terciopelo de color rojo vivo, que nos habla de eso, de que hace frío de narices y de que, y pienso que es más plausible, de LA NAVIDAD DEL HIJO DE DIOS, cuyas fiestas estamos celebrando estos días en medio de las cuales cambiamos de año y, así, contribuyen, los de esa casa y de muchas más en el pueblo, a crear ambiente navideño porque a nadie pasa desapercibido el significado que encierra la tierna estampa de un niñico, que identificamos con JESÚS, colgando de los balcones.
También pasó por mi cabeza el pensamiento de que... como no hay flor que se le iguale al HIJO DE DIOS QUE SE HACE HOMBRE, es el IMPORTANTE y no las flores. Porque EL ES, sí, LA MEJOR Y ÚNICA DE LAS FLORES CON LA QUE DIOS PADRE OBSEQUIA A MARÍA Y A JOSÉ Y, EN ELLOS, A TODA LA HUMANIDAD, CON SU HIJO, QUE ES LA MÁS LINDA DE LAS FLORES.

Para combatir el frío sale a buscarte corriendo, mi saludo, mis

          ¡¡¡¡¡¡BUENOS DÍAS!!!!!!
3.1.2019. Jueves. P. Alfonso Herrera, O.C.