Lagartera estuvo de luto

ESTAMPA FORÁNEA.
LAGARTERA ESTUVO DE LUTO.

Sí, ayer toda la población de los "hilos" por excelencia estuvo de luto. El silencio de la parroquia de EL SALVADOR DE LAGARTERA, abarrotada, de bote en bote,  de haber sido papel de fumar, se hubiera podido cortar con una navaja afilada de Albacete.
Asistieron al final del viaje por la vida en este mundo de uno de sus hijos. Sí, se le fue aquel que, con su actuación se había convertido en el encaje por donde pasaban los hilos.
Sí, desde que fue ordenado sacerdote en los primeros días del año 1973, era requerido por este o por aquel, por un pariente, por un amigo, por un vecino de siempre o por cualquiera de los garteranos que algo tenían que celebrar: una boda, un bautismo, una efemérides familiar, algún entierro...
A todos atendía con alegría el hijo del tío José Lozano, el de la parada. Para todos tenía la misma respuesta: "un sí"
No le tenían pelusa, todo lo contrario, los párrocos que se han ido sucediendo estos tiempos, Pepe Amor, que era de mi pueblo, Teodoro, Jesús, sobrino de Pepe Amor, también de mi pueblo.
Ese fue MARÍN ANTONIO LOZANO MORENO O. Carm. que sintió la llamada del Espíritu del Padre para que entrara en la Orden del Carmen donde llegaría a ser sacerdote.
Todo comenzó en su más tierna infancia. Atravesó la puerta del seminario carmelita de El Henar el día de la Fiesta de San Alonso de Orozco que era natural y patrón del pueblo vecino de Oropesa (Toledo), el 19.9.1959. Cuando concluyó su preparación y ya ordenado" siempre estuvo destinado a estar con gente joven, salvo en la etapa final de su vida que la pasó allí donde había puesto su piececito de niño, en el convento de los Carmelitas de El Henar, 60 años atrás. (Aquel día yo era uno de los que le acompañábamos).
Un tiempo de su labor pastoral con la gente joven, lo pasó aquí en Caudete. Le había  designado la superioridad, Maestro de los jóvenes aspirantes a carmelitas  que hacían aquí el noviciado.
Sí, ayer despedimos junto a los cuatro hermanos y familiares, 14 frailes carmelitas, hermanos de religión del extinto P. Marín Antonio y 5 sacerdotes seculares junto con todo el pueblo de Lagartera y llevamos sus restos mortales junto a los de sus padres en el camposanto del pueblo.
Cuando nos pusimos en camino para salvar los 500 kms que nos separaban de Lagartera, al otro lado de la Autonomía Castellano-Manchega, los que de Caudete íbamos a estar presentes, oíamos las previsiones atmosféricas por la radio. Apercibían a los viajeros:" ENTRE OROPESA (mi pueblo) y Trujillo hay nieblas" no se equivocaron. Cuando llegamos, una niebla muy espesa ponía su crespón lloroso sobre Oropesa  y el vecino pueblo de Lagartera y toda la zona.
Sí, la naturaleza envolvía el cortejo fúnebre, mediado el día,  con su crespón lloroso. Hasta el Sol estuvo cabizbajo. No tenía ganas de nada. Y tanto era así, que en todo el día no tuvo fuerza o gana para levantar la niebla meona y poner alegría en el día en que el pueblo de Lagartera enterraba a su hijo el P. Marín Antonio Lozano Moreno.
Sí, hasta el conjunto escultórico que representa en bronce a una pareja de lagarteranos vistiendo su traje típico, ella en actitud de bordadora de los "trapos" (manteles, juegos de cama, y otros elementos de hogar) bordados a mano que han dado fama al pueblo en el mundo entero. Míralos. ¿A que dan la sensación de un dolor, de una congoja, que aprieta la garganta?


Aunque volví un poco cansadico tras corretear 997,5 kilómetros, de un lado a otro, por toda  la MANCHA, emulando a Don Alonso Quijano y a su fiel seguidor Sancho, todavía me quedan unas poquitas fuerzas para mandarte mi saludo, mis

          ¡¡¡¡¡¡BUENOS DÍAS!!!!!!
19.1.2019. Sábado. P. Alfonso Herrera, O. C.