Primavera Silenciosa

ESTAMPA CONVENTUAL.
"PRIMAVERA SILENCIOSA"
LOS TEJAÍNOS DE LOS CIPRESES DEL CLAUSTRO Y DEL CORRALÓN.

 Cada mañana, cuando el sol manda su avanzadilla luminosa para que le prepare el camino,  toda la cantinela de una ingente bandada de TEJAÍNOS (gorrinones) se mete en mi habitación. Mi habitación no da al exterior del CONVENTO, da al claustro y, justo, enfrente de la ventana, tengo un gran ciprés, en el claustro crecen tres más, los cuatro buscan el cielo como aquel hermano que lo hace en tierras burgalesas, en el claustro de otro monasterio, el de Silos,  y lo hacen porque lo llevan en su adn.
Ahora mismo sacan de quicio a la señora que viene dos horas por la tarde para la limpieza, porque andan soltando el polen y éste tiñe de color  amarillento a todo el claustro. A ello colaboran de modo especial los TEJAÍNOS porque al reventar el día por Alicante o al ponerse por occidente, por mi pueblo de Oropesa, "arman la tremolina".  A la atardecida, buscando el mejor acomodo, bien ocultos entre las tupidas ramas de las coníferas para, bien escondiditos y quietecicos, evitar el ataque de los depredadores nocturnos, lechuzas y búhos que se posan en los aleros para vigilar con su penetrante vista de pájaro y con su fino oído, y hacerse con cualquiera de ellos que haga el más mínimo movimiento. Ellos lo sabes y quieres creer que, cerrada la noche, ni un pío, pío, rompe el monacal silencio del claustro barroco del CONVENTO, hasta que el sol manda su embajada luminosa para que le prepare y disponga el camino y es, entonces, cuando la algarabía que arman se mete en tromba en mi cuarto anunciando que ya está encima el día. Y cuando han desentumecido huesecicos y alicas y ponen a tono sus gargantas, salen todos pitando a los campos en busca del desayuno.
Por qué te hablo hoy, primer día de la primavera, de los TEJAÍNOS que duermen en los cipreses del CONVENTO, pues porque ayer escuché en la radio que en España, han desaparecido en una década 33 millones de esos pajaritos que andan a salticos compartiendo con los humanos un mismo hábitat, el urbano (en capitales de Europa, decía la noticia ya hace tiempo que han dejado de alegrar la vida de sus ciudadanos porque HAN VOLADO).
¡¡¡UNA PENA!!!
Ya nos apercibía de ello una escritora de los USA, RACHEL CARSON (n. 1907 y + 1964), mediado el siglo pasado (1962), con su obra de divulgación científica "Primavera silenciosa" en la que denunciaba sin tapujos ni cortapisas el desmedido uso de los pesticidas que traían consigo la desaparición de muchísimos volátiles, entre otros seres vivos. Aquel libro causó un fuerte impacto en la sociedad americana, tanto fue así, que contribuyó decisivamente a la creación de la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos, a la adopción de las primeras grandes leyes del uso de insecticidas y a la celebración del Día de la Tierra.  Al español no se tradujo aquel libro de concienciación hasta 2010, 48 años después. (*)
Pero no solo fueron los emplumados los que sufrieron las terribles consecuencias, también los animales que de ellos se alimentaban y el mismo hombre. Ayer mismo otra noticia relacionada saltaba de uno a otro medio de comunicación: un quidan Americano, de California, que padece un tipo de cáncer determinado ha denunciado ante los tribunales de aquel país, en San Francisco, a la empresa fabricante del producto químico Roundop, que fabrica Bayer, porque, según dictaminaron los jueces, decía la radio y el ABC, uno de los componentes de ese producto insecticida, el Glifosato, que venía utilizando desde 1980 hasta 2012, provocaba la enfermedad.

Con la esperanza de que los TEJAÍNOS sigan viniendo en cantidades ingentes a dormir a los cipreses del CONVENTO DE SAN JOSÉ te mando mi saludo, mis

          ¡¡¡¡¡¡BUENOS DÍAS!!!!!!
22.3.2019. Viernes. P. Alfonso Herrera, O. C.
(*) La información sobre Rachel Carson la he tomado del calendario "El Taco" de los PP. JESUITAS. Día 24.2.2019. Domingo).