Jolgorio en la Palmera del Jardincico de San Francisco

ESTAMPA CAUDETANA.
JOLGORIO EN LA PALMERA DEL JARDINCICO DE SAN FRANCISCO.

Tiene la parroquia de San Francisco un jardincico partido en dos por el camino que da acceso a la misma desde la calle.
En la parte de la izquierda un hermoso plantel de Adelfa del que ya te hablé alguna vez, algunos rosales que no medran mucho porque el sol no encuentra manera para meterse hasta ellos, y una hermosa palmera y en la parte de la derecha crecen un alto palmito, varios grstecos, rosales, azucenas y Malvas Reales.
Hoy quiero hablarte de la Palmera.
Para verla tienes que hacer intención de hacerlo, es decir, tienes que ir expresamente hasta allí para verla, porque, la parroquia y su jardincico, no se encuentran en camino transitado.
Tan es así, que nadie se preocupa de ella y, al decirte nadie, te estoy diciendo que ni el Picudo Rojo la ha descubierto. Así está de guapa ella, aunque un poquitín dejada de los jardineros municipales o entendidos en eso de podarla. Sé que el párroco le ha dicho al Sr. Alcalde algo al respecto pero, al parecer, según tengo entendido, le contestó otras tantas veces que cuando sea tiempo de ello. Y así está la pobre con lo guapa que podría estar.
Pero, mira, «no hay mal que para bien no venga». Resulta que al estar tan tupidica y tan asilvestrada ofrece un amparo maravillosos a los tejaínos (gorriatos) del entorno porque con eso de que ya se instaló en la Real Villa de Caudete el invierno y con él se trajo sus cuchillas de afeitar muy afiladas con las que ya dejó bien afeitadicos a los árboles de hoja caduca y, al hacerlo les ha preparado una faena gorda a los pobres volátiles porque no encuentran abrigo para sus cuerpecicos y tapadera para ocultarse y, así, no ser descubiertos y sorprendidos por los avisados rapaces nocturnos, lechuzas, buhos...

No es tan guapa como otras palmeras como, por ejemplo, aquella que vi en el «El Huerto del Cura» de la no lejana ciudad de Elche o algunas otras como las que hay en la Avenida de Don Santiago Bernabeu de Santa Pola o aquella otra pegadita a su castillo, pero espera a que los jardineros la pongan guapa. Ya verás como en nada tendrá que envidiarles, si es que se diera ese sentimiento dañino en las palmeras.
Ayer por la tarde, cuando bajé a reunirme con la asidua feligresía en la reunión eucarística, me sorprendió EL JOLGORIO, la algarabía, que estaba teniendo lugar en la palmera. Una gran multitud de tejaínos pugnaban por situarse en los mejores sitios que ponía a su disposición la palmera que, como una gallina clueca, parecía que se ahuecara para darles cobijo y es que, los tejaínos, de tiempo y temperatura, saben mucho más que los chicos guapos, perchas donde cuelgan los modistos sus creaciones, que, asomados a la ventana de la tv., nos hablan de él, del tiempo. Los tejaínos saben muy requetebién que si se pegan al tronco de la palmera tendrán, por lo menos cuatro o cinco grados más que los pobres que llegaron tarde y se quedaron en la periferia y, de paso, también saben que estarán más a salvo de las miradas incisivas y malévolas de los depredadores nocturnos. Y de ahí las luchas, a picotazo limpio, para hacerse con los lugares más abrigadicos. Para que lo veas te mando el vídeo que grabé ayer a las 18,25 horas, cuando el sol ya se había largado del todo a despedirse, también, de mis paisanos de Oropesa, y yo entraba en la parroquia de San Francisco para celebrar la misa.

Recibe mi saludo, mis

     ¡¡¡¡¡¡BUENOS DÍAS!!!!!!
9.1.2020. Jueves.

P. Alfonso Herrera Serrano, Carmelita.