El Mensaje del Sol

ESTAMPA CAUDETANA.
EL MENSAJE DEL SOL.

No había hecho falta que el sol suplantara el quehacer de un Steticien, pero lo hizo.
A ver qué profesional es capaz de aplicarle a un cliente un color como ese.
¡Qué dominio del pincel!
¡Qué conocimiento del elemento donde implantó el sol, ayer por la tarde, a las19,00 horas, un poco pasadas, ese difuminado en todo lo alto del cielo en la vertical de la Real Villa!
A ver ¿Qué profesional del arte de arreglar los cuerpos para un acontecimiento social de importancia, es capaz de dejar la faz de una persona con semejante colorido o que se le parezca de lejos? O ¿qué pintor virtuoso con los pinceles sería capaz de plasmar ese difuminado en la urdimbre impoluta de un lienzo sobre un bastidor a plena luz del día?
Pues lo que ninguno de los dos sería capaz de hacer, lo llevó acabo, ayer tarde, el sol antes de dejar definitivamente estos pagos para, al llegar a mi pueblo de Oropesa, decir adiós a la autonomía Castellano Manchega.
Y sabes ¿por qué se puso el sol el blusón de pintor y tomó los pinceles para pintar así el cielo ayer por la tarde?
Pues, mira, para decirnos que vamos a tener viento fuerte.
Habíamos terminado la Eucaristía en la parroquia de San Francisco y bajábamos carretera de Villena abajo en busca de la calle El Molino cuando Lola, Lola es la esposa de Domingo, el sacristán, dijo:
"¡Mirad el cielo! Está rojo y cuando se pinta de ese color nos está avisando de que va a hacer viento"
"¿Más?, le dije yo"
Y es que ya llevamos unos días que la rosa de los vientos parece un molinillo de viento  porque Caudete está siendo bien aventado por todas sus esquinas.
Por eso te decía al principio que no había hecho falta que el sol se hubiera esmerado tanto en apercibirnos de que el viento iba a hacer acto de presencia por estos ámbitos porque ya anda trayéndonos noticias, algunas frescas, desde otros lugares de la península o vete a saber desde donde viene porque pasa las fronteras sin mostrar su pasaporte y en el vallecico que encierran las sierras de La Oliva y de la Alácera donde se encuentra asentada la Real Villa Caudetana, es un lugar donde se encuentra muy agusto el aire, como si estuviera en casa. Y, además es un tunante porque le pega pellizcos a las plantas y, nada galante, les arranca de cuajo esquejes.
En la calle de La Cruz recogí un segmento de la rama del CARPOBROTUS EDULIS, llamada también, UÑA DE GATO por la forma de sus hojas.

Es una crasa tapizante muy viajera porque hizo las maletas en África del Sur, de donde es originaria, y emigró por esos mundos de Dios, buscando ribazos y jardines en zonas calurosas, como los del levante español, donde se encuentra muy agusto en sus zonas playeras porque la sal o le viene bien o no le molesta y aunque no mantiene relación alguna con las heladas, las he visto aquí y ese esqueje se le quitó el aire a un tiesto de una ventana en el piso alto de una casa. Y en la calle de El Molino me agaché para levantar del suelo un esqueje de geranio que se salvó el verano pasado de los minadores que traen unas mariposicas desde el otro lado del estrecho que llaman de Gibraltar, pero que no pudo evitar el zarpazo del viento que se ha enseñoreado  de la Real Villa y su ámbito.
Cuando llegué a casa lo primero que hice fue acomodarlos en una jardinera con el ánimo de verlos recuperados del disgusto.

Hoy me sirvo de las ráfagas del viento reinante para que te acerquen mi saludo, mis

      ¡¡¡¡¡¡BUENOS DÍAS!!!!!!
4.3.2020. Miércoles.

P. Alfonso Herrera Serrano, Carmelita.