sábado, 28 de marzo de 2020

El Orbe se Pone de Rodillas



ESTAMPA CAUDETANA.
EL ORBE SE PONE DE RODILLAS.
Cristo de San Marcelo
Icono de la Virgen María Salus Populi Romani

Al separar la hoja del Taco* que dejaba al descubierto la el día de ayer me encontré con un cuentecico que llevaba por título “la barca, la cuerda y la orilla”. En él se nos habla de un padre y un niño que contemplan, desde la orilla las faenas de acercamiento de un pescador a tierra después de una jornada de pesca. Aquel Lago no debería contar con playa puesto que la única  manera de acercarse a tierra era hacerlo a través de rocas. Nos cuenta la narración que el pescador lanza una cuerda a las rocas y cuando ésta queda bien sujeta, tira de ella logrando así acercarse a las rocas por las que saltará a tierra.
El niño pregunta a su padre:_
-Papá ¿crees que ese hombre conseguirá que las rocas se acerquen a la barca tirando de la cuerda?
-¡No! Le contestó su papá, más bien sucederá lo contrario. Las rocas tirarán y arrastrarán la barca hacia ellas. Las rocas no se mueven. Es la barca la que se desplaza.

Cuando se imprimió el Taco no se tenía ni idea acerca de lo que iba a estar sucediendo ese día a lo largo y ancho de este mundo. Nada sabía acerca de la pandemia que iba a producir la extensión de un virus, el Covid 19, por todo el mundo, salvo en África y que recordaba vagamente a otras pandemias como la Gripe Española de 1917-1920 que encontraría un colaborador pintiparado en el movimiento de tropas en aquella Primera Guerra Mundial, Pero, según he dado yo en pensar se adecua de modo perfecto a la situación en que vivimos en la actualidad. Nos encontramos en medio de un mar embravecido que no nos deja acercarnos a tierra y buscamos la manera de llegar a salvarnos de la situación adversa y en esos momentos contamos con un elemento importantísimo, la cuerda del pescador, que no es otra que la oración a Dios, la roca de la orilla donde está la salvación.

Al final del cuentecico se nos ofrecen unos puntos de reflexión:
1.- En nuestra relación con Dios ¿quién tira y quién es arrastrado?
2.- Nosotros no podemos mover a Dios. Es justo lo contrario.
3.-Nosotros no encontramos a Dios. Hemos de permitir que sea Él quien nos encuentre.
4.- Sin Él no podemos hacer nada.

En la situación en la que nos encontramos, zarandeados por la fuerza de un virus que mata selectivamente a las personas mayores aunque también tenemos noticias de que algunos, no mayores, también mueren a causa del mal que se os ha venido encima haciendo bueno aquel refrán muy nuestro: “De los jóvenes, de ciento, muere uno y de los viejos, no queda uno”, de los infestados, claro, no podemos hacer nada, máxime cuando nos ha pescado desprevenidos. No podemos arrastrar a Dios pero nosotros sí que podemos acercarnos a Él. No somos nosotros, los que encontramos a Dios,, es Él el que se acerca a nosotros pero TENEMOS QUE HACER ALGO, el pescador del cuento lanzó su cuerda a la roca para una vez sujetada a ella, poder tirar con todas sus fuerzas y así poder llegar a tierra y  nosotros, en esta situación podemos y debemos hacer lo mismo que el pescador, lanzar NUESTRA CUERDA, NUESTRA ORACIÓN A DIOS para, poniendo de nuestra parte todo lo que está a nuestro alcance poder salir de situación tan perentoria y hacerlo en equipo, todos juntos, siendo consciente de que sin Él no podemos hacer nada.

Por eso, y no por otra razón, el Papa Francisco nos convocó a las 18,00 horas de ayer a dirigirnos a Dios en una oración que podemos llamar universal porque todo el orbe católico, todos los creyentes en Cristo, los hermanos separados, todos los fieles creyentes de las distintas religiones y todo ser humano de buena voluntad, a una ORACIÓN de alabanza y súplica consistente en la lectura del evangelio de (San Marcos 4,35-41) que guarda una relación, a mi modo de ver, directa con el cuentecico del Taco, porque en la reflexión posterior incidirá el Papa, sin proponérselo, en los puntos que se nos aporta al final del cuentecico, llamándome la atención las palabras referidas a un trabajo en unión, (tirar de la cuerda) para llegarnos al Señor, a Dios Padre, en cuyas manos está la salvación por lo que no debemos tener miedo, como no lo tenía  Cristo en la barca, zarandeada por una fuerte tempestad,  mientras echaba una cabezadita en la proa de la embarcación. Y la oración, la cuerda, se hacía por medio del Cristo crucificado, o mejor, con Él,  de la iglesia  de  San Marcelo que en 1522 libró a la ciudad de Roma de una peste que llevaba vías de acabar con toda la población de la ciudad y que tres años antes (22-23 de mayo de 1519) había quedado indemne de un incendio que redujo a cenizas toda la iglesia del siglo IV, levantada por el papa San Marcelo I, y de la Virgen María Salus Populi Romani (PROTECTORA DEL PUEBLO ROMANO) con su icono bizantino que, según la tradición, fue pintado por San Lucas en la tabla de la mesa del Cenáculo o en una tabla de la mesa hecha por el mismo Jesús y que conservó la Virgen tras la crucifixión y que, descubierta en el siglo IV por Santa Elena, la madre del Emperador Constantino, la llevó a Constantinopla y luego a Roma siendo entronizada en la basílica de Santa Mará la Mayor, donde permanece al día de hoy, cuya imagen presidía, junto al Hijo crucificado, el emocionante acto oración vespertino, cuando la noche romana se abría paso al retirarse el día, en la plaza de San Pedro, totalmente vacía porque, hoy, esa plaza, adquiría dimensión global.
Tras un rato de adoración al Santísimo en la Sagrada Eucaristía
El Papa Francisco impartió la Bendición Urbi et Orbi para todo el mundo que la recibiera a través de las redes sociales, según lo establecido  por la Iglesia.
“No tengáis miedo”, decía el Papa Francisco, comentando el texto leído porque estáis en las manos de Cristo” Me recuerda a la frase final del evangelio de San Mateo. “No tengáis miedo yo estaré con vosotros todos los días hasta el fin del mundo (Mt.18, 16-20).

 Recibe mi saludo, mis

      ¡¡¡¡¡¡BUENOS DÍAS!!!!!!
28.3.2020. Sábado.
*TACO, el calendario que nos señala cada día del año y que nació sin que terminara el siglo XIX.
Hoja del Taco. Día 26.3.2020
P. Alfonso Herrera Serrano, Carmelita.

3 comentarios:

  1. Magnifica catequesis la que nos trasmite hoy,me llegó al alma,cómo se suele decir,gracias padre Alfonso.Siempre es bueno escuchar o leer la palabra de Dios,pero en estos momentos de tribulación que estamos viviendo,es un bálsamo necesario.Que tenga un buen día y cuídese mucho,por favor.

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  2. Fina Solera Rodriguez28 de marzo de 2020, 9:06

    Buenosdias P. Alfonso . Bonito relato el de la barca el hombre con su niño y la cuerda . Desde luego buena reflexión en estos días tan convulsos . Esperemos que la cuerda nos arrastre al final de esta pandemia que estamos sufriendo .
    Ayer a las 18.00 horas pudimos ver gracias a la television la Bendición del Papa y fué un momento precioso con ese cristo tan milagroso y la Madonna patrona de Roma . Ese rato de oración con el Santísimo presente y la bendición nos izo sentir que lo teníamos cerca y que va a ayudar a que esto termine .
    Que pasemos un buen sábado todos .

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  3. Muy buenosdías,P.Alfonso,yo ya había leído la hojita del taco del Corazón de Jesús, reflexione ,pero con su catequesis de hoy me he dado más cuenta de lo que en sí encierra este cuentecito muchas gracias.Ayer todos apesar de la distancia todos nos sentimos más unidos en la bendición del Papa ,que el Señor y su Santísima Madre pongan fin a esta pandemia que nos tiene con el corazón en un puño.Seguimos rezando por todos los que han fallecido que el Señor los tenga en su Gloria y por los familiares los reconforte por los médicos, enfermeros , trabajados de limpieza,etc.....un gran aplauso a demás de la oración , que termine bien el sábado.

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