ESTAMPA CAUDETANA.
LAS PALMERAS DE LA PLAZA DE LA IGLESIA.
LAS PALMERAS DE LA PLAZA DE LA IGLESIA.
Estoy totalmente seguro de qué nadie en Caudete se ha fijado en las palmeras
que crecen en la plaza de la iglesia.
Desde hace mucho tiempo, por lo menos desde antes de llegar yo aquí, a la Real Villa de Caudete, toda la plaza, toda ella, está pavimentada con unos tabicones macizos que no permiten la plantación de ningún árbol que proyecte su sombra haciendo agradable el espacio.
Y es comprensible porque esta plaza se utiliza para muchos de los eventos lúdico-culturales que tienen lugar en la Villa. Pero, aunque el cuerpo de jardineros del ilustrísimo Ayuntamiento no haya abierto unos alcorques y plantado en ellos unos árboles, la naturaleza, que es más sabia, más imponente, más estupenda, más fantástica, que todos los Ayuntamientos del mundo, ha plantado, por su cuenta, sin contar con el concejal del área, dos palmeras.
No, no te estoy tomando el pelo, ¡qué va! Andan creciendo dos palmeras, como te lo digo.
Al presente, una, tiene una hoja y la otra, dos. Hasta el momento nadie les ha puesto la suela del zapato encima ni cualquiera de los vehículos que circulan por ella las ha hecho fosfatina.
Para el caso de que quieras verlas, tienes que situarte en la acera frente al número 8 desde el que la plaza se abre dejando paso libre para entrar en la calle Sacramento y para ir a la parroquia de Santa Catalina y allí miras al ladito de la acera. Verás una serie de agujericos que potentes taladradoras hicieron en los tabicones para asegurar en ellos las lonas de las carpas empleadas para acoger las tiendas en las jornadas comerciales de las Navidades Pasadas. Pues en esos agujericos, separados por apenas unas cuartas, vinieron a caer sendas semillas de dátiles que han llegado a germinar.
Mal futuro les espera a esas plantas que con tanta delicadeza ha hecho que surjan en lugar tan inhóspito, la MADRE NATURALEZA porque sus hijos, los hombres, bajo la escusa de perfeccionamiento de la misma, han decidido no permitirle, ni por asomo, que crezcan semejantes maravillas en el lugar que habitualmente ocupan los cantores en el desarrollo de LA EMBAJADA, por fiestas.
Recibe mi saludo, mis
¡¡¡¡¡¡BUENOS DÍAS!!!!!!
13.6.2020. Sábado. Día 91a de confinamiento.
Desde hace mucho tiempo, por lo menos desde antes de llegar yo aquí, a la Real Villa de Caudete, toda la plaza, toda ella, está pavimentada con unos tabicones macizos que no permiten la plantación de ningún árbol que proyecte su sombra haciendo agradable el espacio.
Y es comprensible porque esta plaza se utiliza para muchos de los eventos lúdico-culturales que tienen lugar en la Villa. Pero, aunque el cuerpo de jardineros del ilustrísimo Ayuntamiento no haya abierto unos alcorques y plantado en ellos unos árboles, la naturaleza, que es más sabia, más imponente, más estupenda, más fantástica, que todos los Ayuntamientos del mundo, ha plantado, por su cuenta, sin contar con el concejal del área, dos palmeras.
No, no te estoy tomando el pelo, ¡qué va! Andan creciendo dos palmeras, como te lo digo.
Al presente, una, tiene una hoja y la otra, dos. Hasta el momento nadie les ha puesto la suela del zapato encima ni cualquiera de los vehículos que circulan por ella las ha hecho fosfatina.
Para el caso de que quieras verlas, tienes que situarte en la acera frente al número 8 desde el que la plaza se abre dejando paso libre para entrar en la calle Sacramento y para ir a la parroquia de Santa Catalina y allí miras al ladito de la acera. Verás una serie de agujericos que potentes taladradoras hicieron en los tabicones para asegurar en ellos las lonas de las carpas empleadas para acoger las tiendas en las jornadas comerciales de las Navidades Pasadas. Pues en esos agujericos, separados por apenas unas cuartas, vinieron a caer sendas semillas de dátiles que han llegado a germinar.
Mal futuro les espera a esas plantas que con tanta delicadeza ha hecho que surjan en lugar tan inhóspito, la MADRE NATURALEZA porque sus hijos, los hombres, bajo la escusa de perfeccionamiento de la misma, han decidido no permitirle, ni por asomo, que crezcan semejantes maravillas en el lugar que habitualmente ocupan los cantores en el desarrollo de LA EMBAJADA, por fiestas.
Recibe mi saludo, mis
¡¡¡¡¡¡BUENOS DÍAS!!!!!!
13.6.2020. Sábado. Día 91a de confinamiento.
P. Alfonso Herrera Serrano, Carmelita.
Buenos días P. Alfonso . Desde luego que ojos tiene usted mas abiertos,no se le escapa ninguna planta que sale en los sitios mas escondidos y hay va usted y hace la foto. No durarán mucho pero ya han sido captadas para que las podamos ver . Buen sábado para todos .
ResponderEliminarHay que intentar salvar esas palmeras.
ResponderEliminarQue hagan los agujeros más amplios para que puedan alimentarse y seguir creciendo. D.Alfonso, dé ideas a los empleados del Ayto.
Muy buenos días, P. Alfonso , que buena vista tiene usted para las plantas no se le escapa una . Ya veremos haber que pasa con ellas , como la madre naturaleza es muy sabia porque yo planté hueso de dátil de Huerto de Cura de Elche y nada de nada , pero bueno es así , yo no tengo mucha mano para las plantas.Que tenga un buen día.
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