Calorcico

ESTAMPA CAUDETANA.
CALORCICO

Se me metieron dentro de la habitación porque, qué contradicción, tenían miedo al sol. Ahí los ves. Fíjate en la fotografía.
En la estantería de mi habitación reposa un aparatito  que se han inventado allá en el  Oriente, en el país del sol naciente En él se reseña el día, la hora, la temperatura que reina dentro de mi habitación y la temperatura que me reenvía desde el alféizar de la ventana, al otro lado de una ventana con doble cristal con su cámara de aire que dicen que aisla un tanto de las calorías de fuera en tiempo de verano o, en su caso, de las frigorías en tiempo de invierno.
Y es que estos japoneses son unos linces en todos los campos, pero lo son, de modo especial, en el de la electrónica.
Contemplando el aparatico, que me fue regalado, hace algún tiempo, por dos hermanas, compañeras que fueron en los campos de la enseñanza, ves el día: 29.7. Ves la hora: 14,35'29''.
Por encima de la hora ves la temperatura que reina en mi cuarto con las persianas bajadas, 29,1°. Y, arriba del todo, contemplas la temperatura que mide el artilugio en el exterior, en el alféizar de la ventana de mi cuarto. No, no, es una ilusión. No hay intervención humana alguna. Te aseguro que yo no he trasteado en el aparatico. La temperatura que contemplas es la que estaba poniendo el sol, 52,8°,  35'29'' después de dejar atrás su Cénit en todo lo alto del cielo de la Real Villa de Caudete.
Ya te he dicho que la ventana tiene doble cristal con cámara de aire. Pues bien, el cristal interior de la ventana "echaba humo". Y es que el sol, a esa hora, daba la sensación de que estuviera jugando a la diana con el alféizar de la ventana de mi habitación donde el aparatico japonés medía el calor que producían los rayos que chocaban sobre él y en su derredor y, por lo que se ve, con una puntería pasmosa. Y si eso era así, y lo era, habrá que pensar que en el Claustro Barroco-Toscano del convento de San José (El Carmen), muy bien se podría freír una sartenada de huevos y chorizos, con patatas. Se lo propondré al P. Administrador para que, en lugar de quemar gas de la botella roja, proceda a utilizar la energía solar que, además de no costarle nada, le aplaudirían, hasta con las orejas, los ecologistas.

Recibe mi saludo, mis

      ¡¡¡¡¡¡BUENOS DÍAS!!!!!!
30.7.2020. Jueves. (C. 974)

P. Alfonso Herrera Serrano, Carmelita.