La Margarita de Helga.

ESTAMPA CAUDETANA.
LA MARGARITA DE HELGA.

Ya te he hablado alguna vez acerca de estás esbeltas margaritas de un amarillo oro que se elevan sobre el duro terreno del corralón del convento del convento de San José (El Carmen) un par de metros, altura que las libra del poderoso e inmisericorde pico de las gallinas que se enseñorean en todo el corralón. Me las regaló la hija de mi amiga Helga, colega en las lides de la enseñanza, vecina mía en Madrid. Ella tenía un bosque de estas margaritas en su jardín y de ese bosque me hizo entrega de unos raigones que se vinieron conmigo cuando fui trasladado a estas benditas tierras de La Mancha baja, y digo baja, porque en nada se mete en la región valenciana y en la región murciana, nada más salir de la gran y Real Villa de Caudete. Aquí medraron, bien es verdad que tuve que defenderlas de las emplumadas que corretean por todo el corredor hasta que alcanzaron una altura a la que no llegaba el insaciable pico de las gallinas.

Ayer por la tarde, cuando volví de mis quehaceres pastorales en la parroquia del Barrio y me puse a saciar la sed de las plantas del corralón porque todavía estamos en verano y decir verano en Caudete es decir calor y más calor. Al llegar a ella y la descubrí me pareció ver en sus petalicos de oro una sonrisa ámplia al ver mi agradable sorpresa. Porque, la verdad, si que experimenté un gozo grande, una gran alegría, al descubrirla a ella y a otros capullicos sacando a la luz sus primeros petalicos que hoy ya no tendrán ni una pizca de envidia de su hermano que les ha ido abriendo paso ya que ellos ofrecerán, a lo largo del día de hoy, la joya que guardan, con mimo, dentro de sí mismos, y que, en nada, desmerecerá, de la que ya presumía, ayer por la tarde, su congénere vecino.

Recibe mi saludo, mis

      ¡¡¡¡¡¡BUENOS DÍAS!!!!!!
15.9.2020. Martes.  (C. 1020). Hoy es la fiesta de Nuestra MADRE, LA VIRGEN DE LOS DOLORES.

P. Alfonso Herrera Serrano, Carmelita.