Mobiliario Ciudadano

ESTAMPA CAUDETANA.
MOBILIARIO CIUDADANO

 

Es el primero de los muebles instalados en el Paseo de la Virgen de Gracia. No haces nada más que salir de la Puerta de la Villa paseo de la Virgen abajo y te le encuentras. Casi, casi, en la misma puerta de la Villa Isabel, justo delante  de lo que fuera el jardín con su pérgola cenador que dispusiera allí el canónigo Don Miguel  María Gil Hernández que proyectó y mandó construirse, haciendo esquina entre las calles Puerta de la Villa y Paseo de la Virgen. Te estoy hablando del jardín de Villa Isabel que, al día de hoy, más que jardín, es selva impenetrable. Una verdadera lástima que los herederos de aquel canónigo no adecenten el jardín pues yo soy del parecer de que, si esa pieza estuviera bien cuidada, sería una propaganda estupenda que les favorecería la venta de la finca.

O, en su caso, siendo un lugar tan estratégico, algo podría promover el Ilmo. Ayuntamiento en sociedad con los herederos, como, por ejemplo que vuelva a ser aquel jardín del que una vez, la hermana Carmelita de Orihuela Josefina Martínez, la hija de "El Rojo", me dijo que: "cuando era niña todo en el jardín de Don Miguel, eran flores de las que recogíamos para llevar a la escuela". Pues, allí es donde Don Joaquín Pagán, concejal de estos asuntos, situó el primero de los bancos, todos iguales, que jalonan ya, todo el Paseo que nos conduce hasta el Santuario de la Patrona, de la Virgen de Gracia. Ya disponen los devotos, o no, que bajan por el paseo para asistir a la novena en el Santuario, de unos bancos de nueva factura, para  hacer un alto y descansar un ratico.

Ya nos lo había anunciado por medio de las redes sociales y yo mismo he visto trajinar a los oficiales del Ilmo. Ayuntamiento. Aunque tengo que presumir de que todo esto, antes de que saliera a la luz la noticia acerca del nuevo mobiliario, ya me lo había insinuado e, incluso, hasta me hizo una promesa que todavía navega de nube en nube y, como por el cielo de la Real Villa de Caudete, no suelen danzar las viajeras celestes cargadas de agua y como acontece con las nubes, ocurre debajo de ellas. Vamos, que  no acaba de caer a la realidad aquella promesa de Don Joaquín. Pero como soy un hombre de fe... no le retiro mi confianza y abrigo la esperanza de que cualquier día de estos me  dirá: ¡Ya!
Y aquella promesa se habrá hecho realidad. Gracias, Sr. Pagán.

Recibe mi saludo, mis

      ¡¡¡¡¡¡BUENOS DÍAS!!!!!!
4.9.2020. Viernes.  (C. 1009)

P. Alfonso Herrera Serrano, Carmelita.