El Solico

ESTAMPA CAUDETANA.
EL SOLICO.

A estas alturas del año, más que mediado el otoño, aunque el tiempo diga lo contrario por su bonanza, el sol no ha variado su encomienda, aquella con que le dotó el Creador, por lo que cuando le llega la hora marcada, recoge los bártulos y "se va con la música a otra parte". Eso hizo ayer, como lo viene haciendo desde hace algunos días, pasadas las 17,00 horas ya comenzó a plegar las lonas de su tienda y cogió "las de Villadiego". Pero aunque se fue para ponerle luz y claridad al hemisferio austral, se dejó en la Real Villa una aprendiz de sol, la ves en la fotografía del inicio.
Cuando llegué al Paseo de la Virgen de Gracia, pocos minutos antes de las 18,00 horas, me sorprendió. El sol se había dejado atrás ese SOLECICO con luz propia con la que iluminaba espléndidamente todo el jardín de la vivienda que encontró sitio en el ángulo formado por la calle Echegaray y, el ya mencionado, Paseo de la Virgen de Gracia.
En la casa no vive nadie ahora porque los dueños se volvieron, no hace muchos días, a su refugio con vistas al mar y con calefacción central, en la ciudad alicantina. Pero eso no ha sido óbice  para que los rosales que crecen, al otro lado de la verja, por el interior de la cerca de la propiedad, recordando sus tiempos del despertar a principios de verano, hayan vuelto por sus fueros con el veranillo de San Martín tan generoso que estamos disfrutando todos, pero especialmente ellos, los rosales. Se nota que el ama, alguna vez la vi con las tijeras de podar en las manos, sabe utilizarlas echando abajo los capullos de aquella floración primera con el fin de que las plantas, los rosales, repusieran fuerza y, mira si lo hizo bien, que todos los rosales han vuelto a florecer animados por el calorcico que ha traído consigo el veranillo de San Martín.
Creo que si estuviera ahora aquí, en la Real Villa de Caudete, el matrimonio dueño de la finca, disfrutarían como enanos. Y, además, estoy seguro de que la dueña haría un ramo con rosas de su rosaleda

y se las llevaría a la GEPERUDETA, a la Virgen de los Desamparados, y las depositaría a los pies del precioso manís, donde la plasmó, a las mil maravillas, el artista manisero. Lleva 70 años mirando con sus preciosos ojos de Madre, desde el manís, a los caudetanos que pasan por la Lonja de los que, muchos, como yo mismo, hacemos un altico delante de Ella y la saludamos con el mejor de los saludos, aquel con el que la saludó Dios por medio de un ángel:

"Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo, Bendita tú eres entre todas las mujeres".

Recibe mi saludo, mis

      ¡¡¡¡¡¡BUENOS DÍAS!!!!!!
17.11.2020. Martes.  (C.1084)

P. Alfonso Herrera Serrano, Carmelita.