ESTAMPA CAUDETANA.
LA REAL VILLA DE CAUDETE DUERME.
Me decidí. Tras la reserva del Santísimo en la iglesia del monasterio de las
Madres Carmelitas de Clausura donde nos dimos cita una veintena de personas,
acompañando a las monjas, me dejé ir Paseo de la Virgen de Gracia abajo.
Reflexionaba sobre el tiempo que estábamos disfrutando. Este año el
Veranillo de San Martín no ha sido un pequeño remanso de muy buen tiempo en
medio en un desapacible otoño en el que los elementos atmosféricos se encargan
de hacer la vida, un tanto dificultosa, a la gente de la Mancha Baja, ámbito
donde se encuentra levantada la Real Villa Caudetana. Sino que, este año, la
cosa del tiempo ha cambiado notablemente y desde mucho, mucho, antes del día de
San Martín y los días que van discurriendo tras la misma, se están
caracterizando por un tiempo benignísimo.
Ya era noche cerrada cuando inicié el paseo hasta el Santuario de la Madre y
Patrona del lugar y de los lugareños; poquita gente subía con dirección a la
Villa y, bajando, sólo un matrimonio de mediana edad me enseñó sus espaldas,
pero no tardaron mucho en dejar el Paseo. Seguí solo. A la altura de la
vivienda de Jesualdo, una bicicleta subía escupiendo luz blanca
intermitentemente. Era una muchacha joven a la que se le daba muy bien
pedalear. Había pasado, poco antes, delante de mí, sin cederme el paso, en el
paso de peatones de la Glorieta de la Cruz. Al cruzarse conmigo la chavala me
dejó su saludo mientras, volando, subía Paseo arriba. Iba bien equipada con su
casco protector y enfundada en unas prendas que le hubieran defendido de aires
malignos, que ayer no corrían. El saludo, sus buenas tardes, me despertaron el
recuerdo de otras ocasiones en que siempre me dejaba su saludo mientras pasaba
raudamente a mi lado, en la Avda. de la Libertad, en la Avda. de las Jornetas,
a la salida de la calle del Santísimo Sacramento hacia el Real. Posiblemente la
conoceré o me conocerá la deportista que, como un rayo me pasa o se cruza
conmigo, pero pertrechada con ese uniforme, la verdad, no la singularizo.
Yo seguí, pian, pian, mi paseo. Enseguida me encontré en la puerta del
Santuario pero me la encontré cerrada. Cerraba a las 18,00 horas y ellas se
habían quedado media hora atrás. Como hacía tan buena temperatura permanecí
allí, en el banco de piedra, concluyendo el rosario que venía siendo la
"otra" atmósfera en la que estaba envuelto y luego, con la Iglesia,
recé, por el mundo, la liturgia de las horas.
Durante una hora, nadie más apareció por allí y ni un coche pasó por la
carretera. Hace bien la gente porque, en casa, es donde mejor se
encuentra uno. Y es que, con el "chino" suelto, no hay que andarse
con tonterías y no es que un paseo con una temperatura tan agradable, sea una
tontería. Mi médico, que es la jefe, la directora, del Centro de salud, me dice
que tengo que andar. Así que me pongo dos mascarillas de las quirúrgicas y, si
se tercia, me doy ese paseo.
Ayer me le di.
Volví a casa, a donde llegué media hora después, subiendo por la Avda, de
Villena hasta la Avda. de Miguel Ángel Blanco, víctima que fue de Eta,
por la que dirigí mis pasos hasta la Avda. del Atleta Antonio Amorós. Fue en la
Avda. del malogrado concejal de Ermua desde donde contemplé a la Villa dormida.
Me detuve un rato y puse a trabajar a la cámara de mi telefonillo. Las dos
fotos son muestra de ello.
La oscuridad de la noche cubría todo el pueblo, solo unas luces colgadas de
unas farolas le hacían unos agujericos. Y, en todo lo alto, la fachada
iluminada de la ermita de Santa Ana, situada en lo más alto del pueblo, nos
apercibía que allí se encontraba el tesoro del pueblo, la Joven muchacha
nazaretana que será después la Patrona de Caudete y la Madre de todos los
caudetanos, al cuidado de su Madre, Ana.
LA REAL VILLA DE CAUDETE DORMÍA.
Recibe mi saludo, mis
¡¡¡¡¡¡BUENOS DÍAS!!!!!!
16.11.2020. Lunes. (C. 1083)
P. Alfonso Herrera Serrano, Carmelita.
Muy buenos días , P. Alfonso, buen paseo se dió ayer tarde , pues hacía una buena temperatura para poder pasear lo cuál usted aprovechó , con todo el Paseo de la Virgen con una buena alfombra de hojas estaba precioso. Que tenga un buen día y principio de semana.
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