No Hubo Tirones de Orejas

ESTAMPA CAUDETANA.
NO HUBO TIRONES DE OREJAS.

No podía ser porque nunca, nunca se tiran de las orejas con antelación al día en el alguien cumple años. Pero hay circunstancias que sí que le permiten al homenajeado mover en el tiempo la celebración festiva del acontecimiento como ocurrió en el caso de Paco Cantos conocido como Paquito Molinero, el nieto de Bienvenido.
Paquito Molinero cumple hoy 85 años, ¡al revés! como dice él. Ni se me pasa por las mientes que él quiera renunciar a diez años de trabajo porque esos años son suyos, son la etapa donde se puede proyectar  al medio y, con él, dar el respaldo al aforismo, tan nuestro, que encierra, en sí, la sabiduría popular:"Nadie trabaja para sí mismo, sino para un ciento"
Sí, es hoy cuando sube un escalón más en su subir por la vida. Ayer, fue cuando lo celebró o, me atrevería a afirmar que fueron unos amigos los que se le adelantaron para homenajearle y lo hicieron con una paella de mariscos en la que unos "nadaban" por el fondo del mar de arroz y unos langostinos a los que no les iba el nombre ya que, por su tamaño, no podían bucear arroz abajo. No te miento. No tienes más que ver la fotografía en la que aparece enterita antes de que se hubieran hundido, en ella, las cucharas.
Tres amigos de nuestro amigo se habían puesto de acuerdo y, José María, un ontenientino que ha abierto, con sus vinos, totalmente naturales, una brecha enorme en el elitista mundo del vino, le pidió leña para cocer una paella de marisco, en el que es muy difícil que haya alguien que le eche la pata por encima. Eugenio, el manchego, gran maestro bodeguero que mima los distintos caldos que salen de la bodega, puso en la mesa distintas botellas con blancos, rosados y tintos, a cual más rica y, Manolo, el de Alicante, que anda de factotum en la puesta al día una casa aledaña a la bodega, se encargó de poner el broche a la agradable comida ofreciéndonos a sus "novias", "güisquis" con malta, venidos de Escocia y orujo gallego, muy rico, que, sin desmerecer un ápice al "sudor" del serpentín del alambique, si hubiera sido lebaniego, no te quiero ni contar. En esas estábamos cuando Eugenio, el maestro bodeguero, apareció con una tarta en cuyo centro ardían velitas que hacían las veces de una Bandera de España.

Yo siempre había visto a Paco Molinero duro, seguro de sí mismo, capaz de tragarse al mundo entero. Pero, amigo, ayer le vi hecho mantequilla derretida en sartén al fuego, cuando se fundió en un abrazo con el especialista en excelentes vinos naturales que vienen a ser en la bodega de José María en LA ENCINA.
Y de semejante fiesta en honor de Paquito Molinero con la escusa de celebrar su fiesta de cumpleaños, tuve yo el honor de haber sido invitado.

Recibe mi saludo, mis

      ¡¡¡¡¡¡BUENOS DÍAS!!!!!!
4.12.2020. Viernes. (C. 1101)

P. Alfonso Herrera Serrano, Carmelita.