ESTAMPA CAUDETANA.
CRUCIFIJO DE DON MIGUEL.
Tengo en la galería de mi telefonillo un crucifijo con solera y con vestigios
de reliquia.
Un buen día de aquellos primeros de mi estancia en la Real Villa de Caudete, se
me acercó Joaquina y me dijo: "tienes que pasarte por casa porque mi padre
ha dado, en unos días, un bajón ostensible" y hasta su casa me acerqué. No
recuerdo si fue el primer día, pero sí uno de los primeros. Fue antes de que
procediera a darles la comunión a Eugenio y a Carmen, los amos de la casa, los
padres de Joaquina. Ésta, tras disponer un pañito con deshilados y puntillas,
blanco como la nieve, y encima de él una vela carente de cera, carente, porque
no disponía de pábilo que, tembloroso, moviera una llamita alimentada por cera
virgen confeccionada por las abejas porque en lugar de pábilo disponía de
una bombillita que ponía, encima de la mesa camilla, luz extraída de una pila
oculta. Dejando la velica encendida, Joaquina se ausentó y no tardó en volver
con un crucifijo en la mano que situó en la mesa.
"Este crucifijo tiene su historia, me dijo, creo que perteneció a Don
Miguel Senén Díaz, el Beato Mártir, párroco que fuera de Santa Catalina. A mí
me le regaló mi tío
Ramón Solera Conejero, hermano de mi madre (al que se le conocía como Ramón el
de la Cámara). En sus últimos días me le regaló diciéndome: nadie mejor que tú
para que le tengas porque, vete a saber qué va a ser de él cuando me
muera. Era de mi tía María Gracia Solera Carrión, (conocida como María
Gracia la Mañica) a quien se le regaló Don Miguel. Esta tía de la madre de
Joaquina y de su tío Ramón fue la que atendió al mártir hasta que fue detenido
y, a ella, se debe el que se salvara parte del archivo parroquial que fue
depositado en el hueco de la escalera, que hacía las veces de despensa, tras un
tabique en el que colgaban paellas y utensilios de cocina. Esta mujer, muy
buena mujer, fue, a su vez, amiga de Florencia Caerols de la que hablaba en
familia con devoción e incluso, afirmando que había sido objeto de un favor muy
especial por intercesión de la beata mártir Florencia.
Tras la información de que fui objeto por parte de Joaquina, recibieron la
Comunión sus padres, Eugenio y Carmen, delante del crucifijo que perteneciera
al Beato Miguel Senén, párroco pilón de Santa María que fue martirizado, en el
ejercicio de su encomienda, va a hacer en noviembre próximo 85 años.
Me dice, también, Joaquina que el pie del crucifijo lo hizo su tío abuelo
Ramón, el de la Cámara, que era muy diestro en el trabajo de la madera.
Recibe mi saludo, mis
¡¡¡¡¡¡BUENOS DÍAS!!!!!!
23.2.2021 Martes. (C. 1.182)
P. Alfonso Herrera Serrano, Carmelita.
Muy buenos días, P. Alfonso, buena reliquia tiene Joaquina en su casa además muy bien conservada. Que tenga un buen día.
ResponderEliminarMuchas gracias P. Alfonso por estas líneas, ya que la situación actual no nos deja ir a Caudete; me alegra leer sus nombres y volver a escuchar este hecho que tantas veces me lo ha contado mi abuela Carmen y mi tía. Un saludo
ResponderEliminarHola buenas tardes preciosa la reliquia
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