ESTAMPA CAUDETANA.
ESTAMOS EN CARNAVAL.
¡Quién lo iba a decir! Nada, absolutamente, nada, indica que así sea. Nunca,
nunca, ni en los tiempos aquellos de los que ya sumamos unos cuantos años,
tiempos pasados tan denostados por aquellos que ni los olieron, dejaron de
celebrarse los carnavales, a lo sumo, se prohibía cubrirse la cara para prevenir
alguna fechoría. Pero este año volvemos a dejar los disfraces en los baúles
ambientados con naftalina mata polillas. Este año no corretean, llenando las
calles de alegre algarabía, los distintos grupos diferenciados, unos de otros,
por singulares denominaciones, como lo hicieran en esta pueblo hace un
par de años de lo que hablan las fotografías de tres de los grupos carnavaleros
a su paso por la puerta del convento de San José (El Carmen) que ilustran este
escrito.
Este año no habrá entierro de la sardina, como broche de oro a estos tres días
que, cerrándose en sí mismos, abrirán el calendario al inicio de los días de la
Santa Cuaresma.
En esta nación que si lo es, lo es porque hunde sus raíces en el cristianismo,
solo se pone, hoy, atención a la extroversión, al carnaval, nada se dirá por
los Más Media al servicio de intereses muy particulares, de la etapa cuaresmal,
etapa muy importante para los cristianos, que somos mayoría de la población, en
la que se llama al ser humano a ralentizar el viaje de su vida para reflexionar
acerca de los derroteros por dónde camina y, al hacerlo, recapacitar y
caer en la cuenta de la situación en la que uno se encuentra y, de estar
equivocado, reorganizarse y retomar impulso, cuando sí que se hace, con todo
tipo de pronunciamientos, con particularidades de otras efemérides de
advenedizos de allende las fronteras patrias, ya sea de sus creencias, ya sea
en otra índole de celebraciones.
Este año no se llevará a efecto aquel bando que publicara el Profesor Enrique
Tierno Galván en la década de los ochenta del siglo pasado, a la sazón alcalde
de la Villa y Corte, en el que llamaba a la gente joven a pasarlo bien en LAS
CARNESTOLENDAS, en los carnavales, entendiendo, por tales, aquellas jornadas
dedicadas a festejar el hecho de que, con la llegada del Miércoles de
Ceniza, "HAY QUE DEJAR IR LAS CARNES," del latín "Carnem
tollere" "dejar la carne" porque con el Miércoles de Ceniza nos
introduciremos en el tiempo de la ascesis, del sacrificio, de la privación del
ayuno y la abstinencia, en LA CUARESMA.
Recibe mi saludo, mis
¡¡¡¡¡¡BUENOS DÍAS!!!!!!
16.2.2021 Martes. (C. 1.175)
P. Alfonso Herrera Serrano, Carmelita.
Muy buenos días, P. Alfonso, el año pasado se celebraron los carnavales por pelos , pero este año como todo también suspendidos. Buena información nos ha dado ese anónimo ayer a raíz de su comentario sobre el repicar de las campanas , de mi parte muy agradecida de tan y tan información , siempre es bueno que alguien con esos conocimientos nos los vaya transmitiendo, para que nuestra historia no quede en el olvido. Que tenga un buen día.
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