ESTAMPA CAUDETANA.
PANORÁMICA DE LA REAL
VILLA 1998. DESDE EL PASO.
ACUARELA 56x76
Museo de la acuarela "Rafael Requena" pg. 103
Ayer tuvimos en la Real Villa de Caudete uno de esos días que ni fu, ni fa.
Amaneció tristorro, tristorro, porque el joven andorrero del espacio brilló por
su ausencia a lo largo de la mañana, pero con una temperatura nada
desagradable. Yo salí a hacer unas diligencias propias de mi cargo y
hubiera agradecido dejar en casa la zamarra.
Las nubes se convirtieron en unos parasoles oscuros y, ciertamente, le hicieron
la "cosca" al sol y, de paso, también nos la armaron a los pobres
mortales que vivimos en la Villa que nos castigaron a estar a la sombra, cuando
nuestro deseo era mirarle a la cara al sol.
Todo cambió, por breve espacio de tiempo, pasado el mediodía. El sol,
aprovechando un mal entendido entre las nubes, para colarse y dejar en el
vetusto claustro Barroco-Toscano del convento de San José (El Carmen) el
calorcico que traían sus rayos y que pusieron muy contentas a las plantas.
Luego volvieron a ponerse de acuerdo las nubes manchadas de negro y ya no hizo
acto de presencia el complaciente correndón celeste. Se dedicó a hacer las
maletas y pescó las de Villadiego para trasladarse hacia el hemisferio sur, al
Austral.
Yo creo que nuestro malogrado acuarelista de renombre universal, RAFAEL
REQUENA, tuvo que haberse dado un paseo aquel año de 1998, portando su libreta
de apuntes, hasta los aledaños del palacete de El Paso que había levantado,
allá, en la planicie, Don Paco Albalat Navajas en los primeros años del siglo
pasado y en el que, según he oído, no llegó a vivir el prócer carlista. Y,
estando allí gozó el bueno del pintor, de un rato como el que disfrutamos
nosotros ayer, mediado el día. En un rato en el que se descuidaron las nubes se
coló el sol y pulsionó, como vate, el interior del pintor, allí donde las
cualidades innatas de artista y el afecto por su Patria Chica, se
conjuntaron y, fruto de ese encuentro, fue el que aprovecharía RAFAEL
para tomar sus apuntes con el fin de poder dejar constancia de ello en la
preciosa acuarela que acompaña mi escrito y que cuelga en la pared del museo
que lleva su nombre aquí, en la Casa de Cultura de la Villa y que aparece en la
página 103 del libro "Museo de Acuarela, Rafael Requena" de donde la
extraje con mi telefonillo.
Recibe mi saludo, mis
¡¡¡¡¡¡BUENOS DÍAS!!!!!!
10.2.2021. Miércoles. (C. 1.169)
Muy buenos días, P. Alfonso, nos vuelve una vez más , a qué podamos disfrutar de las maravillas de nuestro acuarelistas , es de agradecer que usted poco a poco nos hace de guía por el museo sin necesidad de desplazarse , además ahora nos viene muy bien porque de todas maneras no podemos visitarlo.Que tenga buen día airoso.
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