ESTAMPA CAUDETANA.
LA SEQUÍA.
La información de esos artilugios que ha inventado el hombre para que le ayude
en sus quehaceres o como avisos a tener en cuenta a la hora de hacer
programaciones o proyectos, el teléfono móvil, que, además de posibilitar el
poder comunicarnos con los que están lejos, nos sirve para un montón de cosas.
Una de ellas es allegar información del tiempo que nos va a acompañar, por lo
menos, con una semana de antelación.
Pues, bien, llevan los móviles anunciándonos lluvia todos los días, ya
sea de mañana, ya sea por la tarde o a una hora concreta del día. ¿La has visto
tú? Pues nosotros tampoco.
No, no están muy finos, esos aparatitos, cuando se trata de predecir la lluvia
y el tiempo, en general, para esta zona del mapa de España.
Aquí, en la Real Villa de Caudete, no acontece como en mi pueblo, al otro lado
de la Autonomía. Allí, cuando por "Ciscarros", por el Oeste, viene
oscuro, agua tenemos. Aquí cuando viene de poniente, dice Quico
"Miserias", ni gota cae y si viene de levante o del sur, tampoco cae
una gota.
Mi compañero, el P. Ángel, que es un socarrón de campeonato, dice que la razón
por la que en Caudete no caiga ni gota de agua se debe a que a la entrada del
predio caudetano hay unos carteles para apercibir, para advertir, a las nubes
de que en Caudete ¡¡¡ESTÁ PROHIBIDO LLOVER!!! y, claro, las nubes, cuando ven
el cartelón, pasan de largo a no ser que venga alguna cegata, sin gafas y,
entonces, hacen que corran las ramblas, incluso causando mucho daño.
Y que lleva mucho tiempo sin llover me lo estaban gritando silenciosa y
agonizantemente, los Narcisos , los grandes y los pequeñitos. Andaba yo
abonando los árboles ayer por la mañana y me lo dijeron:"¡tenemos
sed!"-"¡tenemos sed!" ¡Eh! ¡Que tenemos sed!
Me acerqué hasta ellos y, pobrecicos, estaban en las últimas. Con sus
corolicas, todo tristes, hundidas, humilladas con sus petalicos tocando el
suelo tal y como las ves en las fotografías que ilustran este escrito.
No puedo explicártelo, me es imposible describirte el gozo, la alegría, que
experimentaron los Narcisos cuando, el agua que les eché en los alcorquicos,
empapó la tierra y llegó a sus raíces. El ansia de vivir, tiró de hojas y de
pedúnculos con sus flores y los levantó volviendo a mostrar, una vez más, la
magnificencia de sus flores igualitas a como las viste el otro día. Y la
foresta del corralón del convento de San José (El Carmen) que venía asistiendo,
con tristeza, a los últimos momentos, a la agonía, de los guaperas, de los
rubitos Narcisicos, al ver su recuperación, prorrumpieron en un choquetear las
hojas o de ramas, los que no han movido todavía, animándoles a seguir adelante.
¡Qué buena es el agua!
¡¡¡HACE MILAGROS!!!
Recibe mi saludo, mis
¡¡¡¡¡¡BUENOS DÍAS!!!!!!
5.3.2021. Viernes. (C. 1.192)
P. Alfonso Herrera Serrano, Carmelita.
Muy buenos días, P. Alfonso, ¡Hay Va!!! Cuándo he visto los Narcisos en las fotos creía que eran los de mi patio , ayer tarde estaban igual , igual pero ya veo que nos hemos descuidado en regarlos esperando la lluvia, pero hay un refrán que siempre decía mi abuela , que el agua del Cielo no quita riego. Que tenga un buen día.
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