Amores

ESTAMPA CAUDETANA.
AMORES.

En el patio de la parroquia de San Francisco crecen, al pie de la pared situada el sur, una hilera de plantas  bulbosas que, de cuando en cuando, pasan a la parroquia para que rindan culto, mientras se ofrecen en holocausto, a nuestro santo titular de la parroquia, San Francisco, el poberelo de Asís. Cuando sitúan el florerico lleno de las flores, traídas del patio, el presbiterio se llena de una suave y muy agradable fragancia que expelen dichas florecillas.
A simple vista, y para mí, estas flores no son otras que pequeños ramilletes de pequeños narcisos, pero Feli,  de Feli ya te he hablado otras veces, es como  el alma mater de la parroquia. Ella se preocupa de que todo esté limpio como el jaspe, de que el sacerdote salga a las celebraciones litúrgicas perfectamente, sin una arruga, de que las ropas y los manteles del culto estén limpios. Ella fue quien me informó de que a esas flores se las conoce en la Real Villa de Caudete con el nombre de AMORES.
Flores de esa especie las he visto en bastantes jardines de la Villa y los hay en la huerta del monasterio de las Madres Carmelitas y de allí las trae la monja sacristana para que se inmolen, exhalando su aroma, al ladico del sagrario donde se encuentra Cristo Sacramentado.  Y, también, surgen de la dura tierra del corralón del convento de San José (El Carmen), las que ves en la fotografía del principio de este escrito.
Tomaron el testigo de los Narcisos y del Jacinto que les tomaron la delantera y vinieron a florecer coincidiendo con la Pascua. Y si en el caso de la RESURRECCIÓN DE CRISTO, en medio de la noche, todo fue poderío y luz, las flores AMORES, ahí las ves, llenan de luz y de prestancia al corralón del convento.

Ellas, las flores que, según Feli, se llaman AMORES, te llevan hoy mi saludo, mis

      ¡¡¡¡¡¡BUENOS DÍAS!!!!!!
7.4.2021. Miércoles.  (C. 1.224)

P. Alfonso Herrera Serrano, Carmelita.