ESTAMPA CAUDETANA.
LA DEJÉ UNA FLOR.
Esta semana se me ha encomendado la liturgia vespertina en Santa Catalina.
Mira, me ha salido un pareado sin haberlo buscado, otro. Cuando llegué a la
lonja, me detuve, cómo hago siempre, y contemple la bonita imagen que me miraba
desde el azulejo pegado a la pared. Muchas veces te he hablado de él y otras
tantas te le llevado, hoy lo vuelvo a hacer, para que le contemples tú y, no
solo para que le contemples, sino para que entres en relación con él, mejor,
con AQUELLA que aparece en el azulejo, con la MADRE DE DIOS DE LOS
DESAMPARADOS.
Muchas veces, muchísimas, he pasado por la Lonja y las más de ellas he visto
como el afecto, el cariño y la devoción por ELLA adquiría materialidad en los
ramos, tiestos y centros de flores que, reposando, en la repisica ofrecen el
tributo de sí mismas a la Reina del Cielo.
Ayer y antes de ayer, no había ninguna flor en la repisica, ni una flor de
jardín alguno, ni de floristería que se anuncie con una pegatina en las cintas
de colorines, nada, nada de nada. Pero, como les dije a un par de señoras que
estaban comentando el hecho al tiempo que se lamentaba una de ellas de no haber
entrado en cierto jardín llenito de rosales floridos, del que tiene llave, que,
aunque no hubiera flor natural alguna, sí que había un montón de aquellas que
no se ven pero que son más reales que las que fenecen poco a poco en un jarrón
con agua en el que se hubiera disuelto una aspirina o, en su caso, con un
chorrico de buen coñac, porque son las oraciones que sus hijos le presentan en
el bucarico de su corazón.
La otra señora, que había nacido en Alicante y allí permaneció hasta tomar la
Primera Comunión antes de trasladarse a la Real Villa de Caudete de donde ya no
volvió a moverse, propuso acercarse hasta una floristería a por un ramico pero,
al fin, lo dejaron para mañana, para hoy, con el fin de aligerar a los rosales
del jardín, de cuya llave disponía la otra señora.
Espero ver esta tarde el fruto de la "poda" llevada a efecto en el
jardín de las gentes que le son afectas.
Cuando dejé a las dos buenas señoras charrando un poquico más, antes de
despedirse para marchar a sus respectivas casas, volví a dejarle a LA MADRE DE
DIOS DE LOS DESAMPARADOS, que nos mira desde el azulejo de la Lonja, otra de
las florecicas que tanto le gustan a ELLA. Volví a saludarla con el saludo con
que le saludara el Arcángel Gabriel cuando, por orden de Dios, se
presentó a ELLA en su casica de Nazaret, EL AVE MARÍA.
Recibe mi saludo, mis
¡¡¡¡¡¡BUENOS DÍAS!!!!!!
26.5.2021. Miércoles (C. 1.266)
P. Alfonso Herrera Serrano. Carmelita.
Muy buenas tardes, P. Alfonso, la Virgen de los Desamparados hasta media mañana no tenía ninguna flor que adornara su Imagen, solamente el saludo y oración de los que por allí pasamos, para ser bendecidos . Que termine bien el día.
ResponderEliminar