martes, 29 de junio de 2021

El Cabo Olivares

ESTAMPA CAUDETANA.

EL CABO OLIVARES.
El sábado pasado, cuando volví a casa, la puerta de la iglesia del convento de San José seguía abierta. Dentro se estaba poniendo fin a un acto que había comenzado una hora y media antes, la presentación de un libro que lleva por título «José Olivares Conejero (1877 - 1948) EL CAUDETANO DE LOS ÚLTIMOS DE FILIPINAS». Versaba tal libro sobre la persona del Caudetano que perteneció al destacamento conocido como «los últimos de Filipinas» 

Me había ausentado del acto 10 minutos después de que diera comienzo porque, en Santa Catalina, me esperaban para celebrar la Eucaristía de la víspera del décimo tercer domingo del Tiempo Ordinario del ciclo B.  

Tenía la palabra en el momento de mi llegada, el Prior del convento, P. Luis Torres Pérez O. Carm. que decía: «muy bien por la presentación del libro del Caudetano José Olivares. Pero en el convento vive un fraile que hace gala de ser el nieto del que fuera, verdaderamente, el último de Filipinas. Sería bueno que se hiciera luz sobre el asunto».
La promotora del evento no era otra que la sobrina nieta, Elisa María Pagán Morant, de aquel aguerrido militar con galones de cabo, natural que fuera de esta Real Villa de Caudete.
El acto, oí a los que salían, estuvo muy bien y ameno. Lo presentó Don Miguel Ángel López de Asunción, alumno que fuera de nuestro colegio carmelita de «Los Misterios» de Madrid, que es un muy documentado historiador de la gesta de Baler, en Filipinas, al que viene dedicando mucho tiempo de su vida, tanto en investigaciones desempolvando legajos y documentos que duermen, archivados aquí y allá y acullá e, incluso, pateando, in situ, en Baler de Filipinas, el lugar de los hechos de aquellos héroes que han marcado camino en eso de las artes de la guerra y que, por ello, su gesta, es objeto del estudio de multitud de academias militares del uno al otro confín.
Los frutos de sus investigaciones los ha recogido en el libro «Los Últimos de Filipinas. Mito y realidad del sitio de Baler» Y, a la vez, es un entusiasta conferenciante acerca del tema.
Finalizado el acto y, mientras compartíamos mesa y mantel, gentilmente invitados por la anfitriona, Elisa María Pagán Morant, le di a conocer la historia del verdadero ÚLTIMO DE FILIPINAS, al que aludió el P. Luis Torres Pérez, cuando cerraba el acto llevado a efecto en la iglesia del convento de San José, El Carmen, y que no fue otro que mi abuelo paterno, el militar licenciado con los galones de CAPITÁN, NARCISO HERRERA CORONADO

que, junto a un soldado a su servicio natural de la provincia de León, permaneció dos años oculto en el bosque bajo la protección de los habitantes de una aldea de lugareños.
 Don Miguel Ángel tenía noticia de que los héroes de Baler no fueron los últimos (a éstos se le da ese nombre en 1945  a raíz de la película que se estrenó entonces con ese título), pero carecía del conocimiento de que el último, último, de los militares españoles vivos hubiera vuelto a la Patria, dos años después de que lo hicieran los DEFENSORES DE BALER, en 1901.
- Me alegró saber que, a lo mejor, entre tanto ajetreo que lleva entre manos, tenga la oportunidad de investigar algo en torno a la figura de mi abuelo, Nicolás Herrera Coronado, en los archivos militares de Segovia. Porque, los héroes, al igual que el caudetano cabo JOSÉ OLIVARES CONEJERO, no deben quedar en el olvido.
La presentación del libro estaba programada para hace un año pero la irrupción de la pandemia dejó aparcado aquel proyecto. Y fue el sábado pasado cuando, por fin, pudo llevarse a efecto en medio de una gran concurrencia de gentes del lugar 

hábidos de conocer los pormenores de este paisano que integraba aquel grupo que valientemente defendieron, durante casi un año (337 días) el sitio de Baler en Filipinas.

El libro fue escrito a instancias de la sobrina nieta del Cabo Olivares por don José Vicente Arnedo Lázaro, natural del vecino pueblo de Villena (Alicante) bajo el título «JOSÉ OLIVARES CONEJERO 1877 1948 EL CAUDETANO DE LOS ÚLTIMOS DE FILIPINAS».

Me dijeron que, cuando tomó en sus manos el micrófono, explicó pormenorizadamente, el iter del proceso de formación del libro desde que tuvo noticia del valeroso militar al entrar a trabajar en Crisnova y al saber que la sobrina nieta del cabo OLIVARES estaba buscando a alguien que estuviera dispuesto a llevar a las páginas de un libro la vida y azares de su tío abuelo JOSÉ OLIVARES, oficial con rango de cabo, del destacamento militar de Baler (Filipinas) conocido como LOS ÚLTIMOS DE FILIPINAS y espoleado por el hormiguillo que sentía dentro de sí mismo ya que, miembros de su familia habían participado en las guerras promovidas por los insurrectos  independentistas, alentados por los U.S.A., de aquellas colonias que habían pertenecido a España desde el siglo XVI, Cuba, Puerto Rico, Filipinas.

Recibe mi saludo, mis

      ¡¡¡¡¡¡BUENOS DÍAS!!!!!!
30.6.2021. Miércoles. (C. 1.286)

Post Data:
Para información más pormenorizada acerca del evento cultural de la presentación del libro «José Olivares Conejero (1877 - 1948) EL CAUDETANO DE LOS ÚLTIMOS DE FILIPINAS, tenida en nuestra iglesia del convento de San José, de esta Real Villa, puedes encontrarla en el Blog de Chimo Medina o en la nota informativa emanada  desde el Ayuntamiento de la Villa.

P. Alfonso Herrera Serrano. Carmelita.

2 comentarios:

  1. Muy buenos días , P. Alfonso, muy buen relato que hoy nos trae después de tener en fata sus buenos días . La tarde del sábado estuvo muy completa con esa presentación del libro y muy interesante, es de total interés que nuestra historia quede así reflejada y no que olvidada y a ver si también algún día nos comunica que ha sido reconocido su abuelo por medio de éste medio que es el libro sería muy importante e interesante. Que tenga un buen día.

    ResponderEliminar
  2. Hola P. Alfonso, soy José Juan Gavilán. Su abuelo aparece en la lista de prisioneros que publica el diario Palentino con fecha 8 de noviembre de 1899 numero 5050. Figura como prisionero en Lucban (municipio de la provincia de Quezon, Filipinas). 20o Tercio de la guardia civil en ese momento figura con el empleo de cabo, Narciso Herrera Coronado.

    ResponderEliminar